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Las ayudas a barrios degradados ponen en riesgo subsidios y pensiones mínimas

La subvención para fachadas supuso a una vecina de Jove la merma de su cobro por viudedad

Obras de rehabilitación en las fachadas de la calle Francisco Eiriz, en Jove. JUAN PLAZA

Las ayudas para rehabilitar manzanas residenciales degradadas suponen un riesgo si sus beneficiarios están percibiendo subsidios o complementos para pensiones mínimas por su situación económica. El impacto de la importante cuantía de esta línea municipal de subvenciones para reforma de fachadas -uno de los proyectos estrella del gobierno local de Foro- en las declaraciones de la renta de quienes la perciben puede suponer una merma parcial o total de las prestaciones mensuales que reciben los que viven situaciones precarias.

Así le ocurrió a una vecina de Jove, beneficiaria de la reforma integral de las viviendas situadas en la calle Francisco Eiriz, las primeras rehabilitadas bajo la calificación de manzana residencial degradada creada por Foro, que supone el costeo municipal del total de las obras de remodelación. Luego, cada vecino tiene que incluir en su declaración de la renta particular el valor de su parte correspondiente de la ayuda.

En este caso, la beneficiaria cobraba la pensión por viudedad mínima. Para alcanzarla, requería del complemento que abona la Seguridad Social para que la percepción llegue el mínimo cuando de por sí no es suficiente. Pero ese complemento está sujeto a que el beneficiario no supere un límite en ingresos distintos a la pensión.

La subvención por fachadas computa en la declaración de la renta como una ganancia patrimonial y, en esta caso, hizo que la beneficiaria superase el valor límite de ingresos ajenos a la pensión, provocando una merma en el complemento que percibía de la Seguridad Social. Así, parte de éste se convirtió en "un cobro indebido", que le fue reclamado por la Seguridad Social tras declarar la ayuda municipal para fachadas.

De esta forma la Administración exigió la devolución de 1.354, 22 euros de lo cobrado por la vecina de Jove en 2013 y 2014 por su pensión de viudedad mínima. La mujer había percibido 631,30 euros mensuales en 2013, y en 2014, 632,90 euros. De esta cuantía, unos 355 euros eran la compensación para alcanzar la pensión mínima, de los que la Seguridad Social detrajo la parte que no debió cobrar por el incremento patrimonial derivado de la subvención para su edificio.

La misma situación podría ocurrir con otros beneficiarios de ayudas a manzanas residenciales degradadas que requieran del complemento para alcanzar la pensión mínima, ya sea de viudedad, jubilación u otro concepto. Asimismo, podría afectar al cobro de otras prestaciones, como el subsidio por desempleo, que también están sujetas a un límite de ingresos aparte.

No es la primera vez que se plantea este problema. En su momento el Ayuntamiento arbitró un sistema para que las ayudas a fachadas se pudieran periodificar en cinco años para reducir su efecto en las declaraciones de la renta de los beneficiarios. Sin embargo, la modalidad de manzanas residenciales degradadas, aunque se declare a plazos, supone un montante más elevado. Tras Jove, ahora se está ejecutando la reforma del poblado de Inuesa, en Lloreda (Tremañes); y después llegarán Portuarios, Contrueces y Monteana. Todos ellos, barrios donde residen vecinos con prestaciones o pensiones mínimas, por lo que el problema podría repetirse.

Ruego del PSOE

Por ello, el PSOE ha presentado un ruego en la comisión de Hacienda del Ayuntamiento para que se elabore un informe sobre el impacto de estas subvenciones municipales en el cobro de pensiones y subsidios. El objetivo es que los vecinos estén advertidos cuando vayan a optar a estas ayudas, así como estudiar posibles fórmulas para evitar efectos negativos a la hora de declararlas.

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