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MANUEL ANTONIO DÍAZ | Piloto comercial e instructor de vuelo con drones

"Con drones de apoyo se pueden prevenir accidentes como el del bombero en Oviedo"

"La normativa debe tener unas limitaciones, no podemos permitir que se haga de todo ahora y empecemos con problemas"

"Con drones de apoyo se pueden prevenir accidentes como el del bombero en Oviedo" ÁNGEL GONZÁLEZ

Manuel Antonio Díaz es piloto comercial y director de formación de Falcon Air Academy. Ayer participó en la II Jornada de drones organizada por la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) para hablar de normativa y futuras aplicaciones de los drones, en un momento en que "la regulación es más necesaria que nunca", con la previsión de que los cielos se llenen en breve de estos aparatos.

-¿Cuál es el estado actual de la normativa?

-En el año 2014 se redactó la primera, y ahora están corriendo paralelamente la normativa europea y por otra parte hay un borrador de un real decreto por el que estamos esperando, y que se rumorea que saldrá este año, y que supondrá abrirse a operaciones urbanas pobladas.

-Ahora mismo, ¿Qué se puede y qué no se puede hacer con un dron?

-El resumen sería ver dónde se puede y dónde no se puede volar. Se puede volar en ciudades, pero fuera de aglomeraciones de edificios, no se puede volar sobre pueblos ni sobre aglomeraciones de personas, aunque la norma no detalla cuándo se puede considerar así, no puedes volar de noche, ni por encima de 120 metros sobre el suelo, y no puedes volar en espacios aéreos controlados. En Asturias queda fuera del permiso Avilés y toda la zona de influencia del aeropuerto.

-¿Hasta qué punto estas restricciones pueden suponer una limitación para el desarrollo de los drones?

-Hay que tener unas limitaciones, porque aún no se trata de aparatos seguros, y hay que limitar de manera que pesen poco, porque así se limita también el daño que puedan causar. Y hay que limitar también las normas, indicando las zonas de menos riesgo en las que se puede volar. Eso no ha impedido que el sector se esté desarrollando de forma increíble, se está iniciando ahora. En España hay ahora mismo 1.150 operadores con licencia de vuelo.

-Cualquiera puede comprarse un dron...

-Y cualquiera que tenga dinero puede comprarse un coche... pero necesitamos un seguro, una licencia para conducirlo... En este sentido estamos igual, cualquiera puede comprarse un dron porque no hay un control de las ventas y la distribución o los fabricantes.

-¿Reclaman un control en ese aspecto?

-Sí, esperamos que la nueva normativa lo contemple: cómo fabricar, quién puede fabricar, que las fábricas se acrediten para ello... Y también se esperan otras cuestiones interesantes como el registro, que cualquiera que se compre un dron quede apuntado en una lista aunque sea a nivel de hobby. Es algo que en Estados Unidos y en Irlanda ya se ha puesto en marcha, con lo que cualquier usuario que se compre un juguete para un niño quedará registrado, y los registros pasarán a disposición del Ministerio del Interior.

-¿Cuáles son los requisitos para obtener la licencia de piloto de dron?

-Tener más de 18 años, haber pasado un reconocimiento médico aeronáutico específico y una serie de conocimientos a nivel teórico y a nivel práctico. La formación es similar a la de cualquier otro piloto, con menos contenidos pero con una formación necesaria para conocer las normas.

-¿Que valor añadido se les puede dar a los drones?

-Hay muchos campos de desarrollo, desde la agricultura de precisión hasta la protección civil. Acabamos de tener el accidente del incendio de Oviedo en el que falleció un bombero y en aplicaciones de ese tipo, como elemento de seguridad para apoyar a los equipos de extinción, se podrían prevenir accidentes como el del bombero.

-¿Ya se puede hacer ahora mismo?

-Se está trabajando en ello, la normativa ya permite hacerlo. También es cierto que nos limita en los entornos urbanos, pero ya se está haciendo en otros países de Europa.

-¿Qué otro tipo de aplicaciones serán posibles?

-Se irá viendo, porque el nuevo borrador de la normativa prohíbe de momento el transporte de cosas: ni una pizza, ni una barra de pan, ni cartas. Porque se entiende que aún no hay el nivel de seguridad suficiente para poder hacerlo. Esperamos que esto sea de momento y que al final la norma vaya creciendo poco a poco. Es normal que no se autorice todo de mano y luego empecemos a tener problemas, porque también cambiaría la percepción social que tenemos de los drones.

-¿Cómo veremos los cielos dentro de 20 años?

-Veremos de todo. En ciudades como Oviedo o Gijón saldremos a la calle y veremos en un nivel superior drones trayendo y llevando cosas, inspeccionando la fachada de un edificio, limpiando, reparando un tejado... El ritmo de evolución de la tecnología es enorme y por eso la normativa trata de frenar un poco. En aparatos que vuelan no se puede correr, cuando dejan de volar se caen.

-¿Aumenta mucho el número de incidentes?

-Sí, mucho. Los americanos han publicado un listado con cada accidente que se produce, y está creciendo porque está creciendo el número de drones. Para integrar un dron en el espacio aéreo queremos que se haga con seguridad.

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