La Alcaldesa, Carmen Moriyón, que tiene atribuidas las competencias municipales sobre medio ambiente, se reunió ayer con representantes de la federación rural "Les Caseríes" para tratar de avanzar en el consenso sobre la nueva ordenanza de Protección del Medio Ambiente, que busca intensificar desde la administración municipal la lucha contra el grave problema de contaminación atmosférica que sufre el concejo de Gijón. En la reunión, representantes de la zona rural pidieron a Moriyón que ponga en marcha cuanto antes una de las medidas previstas, la creación de una unidad, dentro de la Policía Local, dedicada a vigilancia y control medioambiental. "Tiene que empezar a funcionar la policía medioambiental, que levante actas de problemas de contaminación, y los que sean competencia municipal, los solucionarán, y los que no, los trasladarán al Principado", resalta José Luis "Aguirre", diretivo de "Les Caseríes". La Alcaldesa les explicó que el Ayuntamiento pondrá al servicio de los ciudadanos un número de teléfono específico para contactar con la policía medioambiental. Además, el Ayuntamiento instalará dos nuevos medidores de partículas en el aire, uno fijo y otro móvil. En el caso del fijo, su ubicación está por decidir. En cualquier caso, Moriyón dejó claro a los vecinos que la ordenanza municipal carecerá de muchas competencias en materia de control a la industria, principal foco de polución.