Una empresaria del sector de la hostelería, propietaria de un bar situado en la avenida de la Constitución, aceptó ayer ante el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial, haber utilizado su establecimiento para distribuir cocaína entre pequeños consumidores. La mujer, que ha sido condenada a cuatro años y medio de prisión, reconoció su culpa después de que su abogado llegara a un acuerdo con el fiscal encargado del caso, que en un primer momento pedía para la empresaria una condena de ocho años de privación de libertad.

Durante el juicio también se conformaron con una pena de tres años de prisión -inferior a los cinco años solicitados en un primer momento-, los otros dos procesados que se sentaban en el banquillo: el hijo de la hostelera y la novia de éste, ambos considerados cómplices del delito contra la salud pública.

En los distintos registros que la Policía Nacional de la ciudad realizó en el bar en el que trabajaban los tres supuestos traficantes los agentes se llegaron a incautar de cocaína valorada en más de 4.500 euros, tal y como indicaba en el escrito de conclusiones provisionales presentado en el juzgado el representante del ministerio público encargado del caso.

La Fiscalía aseguró además que a los tres procesados también se les intervinieron durante los registros materiales para el peso y el depósito de la droga y distintas cantidades de dinero en efectivo que supuestamente habían ganado con la distribución de los estupefacientes entre pequeños consumidores.