Después de seguir atentamente el Pleno del miércoles no puedo evitar hacerle llegar mi opinión. Tras escucharle las últimas semanas hacer declaraciones sobre la polémica rehabilitación de fachadas de la calle Francisco Eiriz (voy a omitir el termino barrio degradado que su gobierno se ha sacado de la manga y que nos desagrada muy mucho) en la que tachaba este caso como "invención del PSOE", "mentiras de la prensa" ... me produce gran satisfacción escucharla en ese Pleno reconocer, por primera vez, que las cosas se han hecho mal y, a su vez, comprometerse a "resarcir con cargo a las arcas municipales a todos aquellos afectados que hayan sufrido mermas en sus pensiones", entre otros casos.

Déjeme preguntarle señora Alcaldesa. A usted le gustaría tener una bonita vejez, supongo, sin preocupaciones y disfrutando de sus últimos años ¿No es así? Pues en este barrio del que le hablo hay un buen puñado de familias, personas mayores, viudas en el mayor de las casos, que se levantan cada día con bolígrafo y papel en la mano y haciendo cuentas. Cuentas porque, desde hace dos años, y por una mala gestión suya, están viendo reducidas sus pensiones -este año en algunos casos hasta un 40%-, están totalmente descapitalizadas (con pensiones de 500-700 euros nadie tiene unos grandes ahorros) y día a día van capeando para poder pagar luz, agua, gas, comunidad, teléfono, alimentos...

Señora Alcaldesa, eso es una merma importante, ¿no? Y claro, todos sabemos que el ciudadano de a pie no tiene más remedio que pagar a Hacienda (últimamente parece que algunos de sus colegas están exentos de eso), que Hacienda y el pago de impuestos es algo, por nuestro bien, ineludible. Entonces, y ahora viene mi duda, la que me quita el sueño en las últimas semanas, ¿puede decirme señora Alcaldesa cómo va a compensar a todas estas personas?

Espero que entienda la duda que le planteo y esperando su respuesta solo dos cosas más. Tiene dos méritos y se los voy a reconocer. Ha rehabilitado un barrio degradado y ha degradado a todas las familias que viven en él. Enhorabuena, en su conciencia lo lleva.

Déjeme despedirme copiando la expresión de una colega suya y tratando de ponerle un toque de humor a algo que es realmente serio y triste... No te lo perdonaré jamás, Carmen Moriyón, jamás.

Un saludo y feliz vejez.