La nueva junta directiva del Grupo Covadonga, presidida por Antonio Corripio, se salió con la suya y logró ayer el rechazo de los socios -incluidos los provenientes del Centro Asturiano- a las cuentas de 2015 y el proyecto presupuestario para 2016 diseñados por la anterior directiva, presidida por Enrique Tamargo.

Las votaciones en la asamblea se resolvieron con amplio margen. Así, las cuentas de 2015 recibieron 222 votos en contra, 69 a favor y 18 abstenciones. El proyecto presupuestario para 2016, por su parte, obtuvo 218 en contra, 49 a favor y 22 abstenciones. En ambos casos, la directiva de Corripio pidió el "no" a los socios argumentando que la anterior directiva no contempló en las cuentas las sedes provenientes de la fusión con el Centro Asturiano, sitas en Begoña y Mareo, ni provisiones para cuestiones derivadas de dicha fusión. Recordaron que el patrimonio del Centro ya está registrado a nombre del Grupo. "No reflejan fielmente la imagen del club", aseguró respecto a las cuentas de 2015 Joaquín Miranda, tesorero de la nueva directiva, que se estrenó en asamblea.

En el caso del presupuesto para 2016, la directiva de Corripio alegó además que el presupuesto del anterior equipo contemplaba subir un 0,9% la cuota de socios, mientras que ellos apuestan por mantenerla. Explicaron que no tuvieron tiempo para presentar su propio proyecto presupuestario y por eso sometieron a la asamblea el de la directiva de Tamargo. Miranda anunció que "en dos meses" tendrán listo su propio presupuesto para presentarlo ante la asamblea, y explicó que está pendiente del resultado de la auditoría externa que han encargado a las cuentas dejadas por la anterior directiva, pese a que éstas ya estaban auditadas, algo a lo que está obligado el Grupo. Sin embargo, Miranda explicó que la auditoría encargada será más extensa, "incluyendo las nuevas sedes de Mareo y Begoña, y va a ser económica y jurídica, una auditoría que marque unas líneas estratégicas a seguir".

El socio Felipe Aller Celemín se mostró muy crítico con este punto. "¿Hemos pagado una auditoría y ustedes van a gastar más dinero en otra? Como ese auditor que han contratado diga lo contrario que el anterior, me van a oír", señaló. Celemín mostró además su oposición a la vigencia de la fusión y entró en confrontación directa con los socios provenientes del Centro que ya han ingresado en el Grupo, 1.550 según cifró ayer la directiva. Varios de ellos estaban presentes en la asamblea. Acusaron a Celemín de abusar de su derecho a pleitear y de ser "un lastre para todos y una herencia de la anterior directiva que no podemos sufrir", entre otras cosas.

Más allá de presentar cuentas, Corripio aclaró, a preguntas de un socio, los gastos derivados de los pleitos planteados por la anterior directiva grupista que frenaron la fusión. El presidente los cifró en 1.016.230 euros, "incluyendo todo". De ellos, "589.539 euros están pendientes de pago". Respecto a si retirarán los recursos pendientes para terminar con la actividad judicial en torno a la fusión, lo están valorando todavía. El socio Mariano de la Puente pidió que se decida en asamblea si se retiran o no.

La nueva directiva también aclaró que alegará al Plan General de Ordenación del concejo para lograr la descatalogación del jardín de la finca de La Torriente y darle al terreno el uso "que más se adecue a los intereses del Grupo", así como que pretenden reabrir la zona de spa "en mes o mes y medio" y prohibir la entrada de socios transeúntes en verano.