Benjamín Antuña, natural de Pando (Langreo) pero vecino del barrio gijonés de El Natahoyo, falleció ayer a los 93 años, apenas dos meses después de que celebrase los 70 años de matrimonio con Felicidad Álvarez, con quien tuvo dos hijos, Benjamín y Flor María. Ambos mantuvieron durante más de siete décadas una relación sólida con continuas muestras de amor, como las que protagonizaron el pasado 24 de febrero en un reportaje en LA NUEVA ESPAÑA tras acumular tantos años de casados, algo inusual.

Ahora, tras 73 años de relación -incluyendo tres de noviazgo previos a su boda, el 23 de febrero de 1946- el fallecimiento de Benjamín Antuña pone fin a una bonita historia. "Nos queremos como el primer día", confesaban ambos en el 70.º aniversario de su matrimonio. Benjamín Antuña, que trabajó en calderería, vivía en Gijón desde 1981, primero en La Arena y luego en El Natahoyo. Su funeral tendrá lugar hoy, a las 17.00 horas, en la iglesia parroquial de La Felguera.