El Colegio de la Inmaculada acoge hoy martes una conferencia bajo el título "La Universidad del siglo XXI: retos y tendencias" impartida por Gabriel Pérez Alcalá (Jaén, 1961), rector de la Universidad de Loyola Andalucía. La cita, prevista en el paraninfo del centro a las 19.30 horas, se enmarca dentro de los actos conmemorativos del 125.º aniversario del colegio.

-Hablará de retos y tendencias de la Universidad del siglo XXI. ¿No se debería haber previsto con mayor antelación?

-Sí se tendría que haber preparado antes. Se hicieron muchos documentos en sistemas universitarios muy avanzados, como Estados Unidos y Alemania, y, aquí en Europa, el proceso Bolonia pretendía esa adaptación. Pero la Universidad española al mismo tiempo es una institución muy antigua, de más de ocho siglos, y eso implica una forma muy lenta de toma de conciencia de los retos a los que se enfrenta y se produce una especie de contradicción en que los universitarios hemos sido conscientes de que se necesitaban nuevos retos pero ante ellos hemos reaccionado con cierta lentitud.

-¿Qué puntos fuertes tiene de la Universidad española?

-En primer lugar que la tenemos. Y desde hace mucho tiempo. Tenemos una larga tradición universitaria. Recordemos que Palencia fue el primer estudio que se aprobó como Universidad al estilo de Oxford en España hace ya ocho siglos y Salamanca ha sido centro universitario ininterrumpidamente o la Universidad Complutense de Madrid, la de Granada o Zaragoza. El sistema universitario es muy antiguo y en consecuencia con larga tradición universitaria de servicio a la ciencia y a lo sociedad. En segundo lugar es un sistema que cumple bien su misión de formar personas para la sociedad, la democracia y la economía española. Este sistema ha crecido mucho en los últimos 30 años y eso ha sido todo un acierto por parte de los poderes públicos por la creación de muchas universidades. Ahora se trata, y así lo hablaré en la conferencia, que el sistema funcione mejor.

-¿Hay que aprender de los sistemas de otros países de Europa como se dice o esa creencia es más un complejo y España debería exportar sus ideas?

-Ahí sí soy crítico con nuestro sistema. El sistema universitario español es de origen francés, eficaz en la formación y barato en la relación coste y beneficio pero produce poca ciencia y poca investigación, con poca implicación con los tejidos productivos. Al contrario, los sistemas educativos anglosajones, o el alemán, es más potente porque haciendo bien su labor docente produce muchísima ciencia y tiene una gran implicación de crear tejido institucional. Deberíamos ser menos castizos y mirar menos a nuestra tradición e intentar comparar con el sistema anglosajón y en lo posible caminar hacia él. Esa es una de las tendencias que subrayaré en la conferencia.

-¿Se puede hablar de un sistema único con las competencias educativas cedidas a las comunidades autónomas?

-Esa cesión de competencias ha tenido más contras que pros. Esto ha determinado que en España no se pueda hablar de un sistema educativo equilibrado. Mientras en Madrid se concentran muchas universidades, públicas y privadas, con una amplia oferta de titulaciones, en otras zonas se produce una cierta descompensación. Hemos generado un desequilibrio al dar las competencias a la comunidades autónomas y eso va en contra a la tendencia de la globalización universitaria que se da no sólo en Europa sino en todo el mundo.

-¿Ve compromiso universitario en los estudiantes de hoy en día?

-En mi caso, Universidad de Loyola Andalucía, privada, suele haber un compromiso con la institución mayor que en la pública porque los estudiantes que vienen escogen venir a esta universidad, no en vano les cuesta un dinero. Por mi experiencia, hay una inmensa mayoría de nuestros estudiantes que están muy identificados con nuestros valores y enseñanzas. Nuestro caso es muy bueno pero no puedo hablar por el conjunto de estudiantes de la universidad española.

-¿Se ha superado el debate sobre diferencia entre universidad pública y privada?

-Desgraciadamente no. Se debía de superar porque el tema no está en la naturaleza de la propiedad de las universidades sino en la calidad de los mismos. Lo importante de un centro es si cumple su misión y lo hace con calidad. En España hay un falso debate entre universidad pública y privada, debemos hacer distinción entre buenas y malas en sentido amplio. Hay centros públicos estupendos y privadas que dejan mucho que desear y viceversa. Ocurre en muchos países y otros sistemas universitarios como el Reino Unido. Lo importante es la calidad.

-España es uno de los países preferidos por estudiantes Erasmus pero por la calidad de las fiestas. ¿En qué lugar deja esto a la Universidad española?

-En general mal. El sistema Erasmus fue una gran idea pero que se ha banalizado y se ha convertido en demasiado superficial porque los estudiantes escogen por una cuestión de turismo universitario. Tampoco se les exige lo mismo a los Erasmus que a los propios. No todas las universidades lo hacen así, las hay serias, y me gusta pensar que la mía lo es, y se toman en serio exigir y no solo propician que los estudiantes vivan una experiencia multicultural importante, sino que esa experiencia la aprovechen de forma académica. Para los alumnos Erasmus es un curso con bastante folclore, fiesta y demás pero a eso colabora la imagen que proyecta nuestra propia sociedad. Debemos hacer un examen de conciencia sobre qué está pasando con el sistema Erasmus y de qué forma aprovechan los estudiantes esa estancia.