José María Z. F., detenido en Barcelona tras quedar con un policía que se había hecho pasar por su amigo en los chats ligados a Anonymous donde se gestaban presuntamente los ciberataques, se retractó a lo largo del juicio de su primera declaración, efectuada en dependencias policiales barcelonesas y ratificada luego por él mismo en sede judicial, también en la ciudad condal. En la misma, había confesado su participación en los ciberdelitos. Además, entregó voluntariamente sus ordenadores a los agentes. Por ello, la Fiscalía le pedía en un primer momento menos pena que a los otros dos acusados, pero tras la vista oral y cambiar su versión, alegando su inocencia, al final la acusación pública solicita para él la misma condena que a Yuri David L. I. y el gijonés Rodrigo T. S.

Si bien, el Fiscal pidió que se leyese su confesión inicial en el juicio. En la misma, afirmó que "hacía un mes que pensaba en dejar de dedicarse" a protagonizar ciberataques ligados con Anonymous. "Me he dado cuenta de que no puedo cambiar la sociedad de esta forma", consta en esa primera declaración. La defensa de José María Z. F. mantiene que esas palabras las firmó "presionado" por la Policía, y relató que ésta le amenazó con "aplicarle ley antiterrorista" y "ponerle un mono naranja". Graves acusaciones negadas "categóricamente" por uno de los policías que practicó su detención.