Un hombre de 32 años está acusado de un delito contra la salud pública tras dejar medio kilo de hachís en el piso de alquiler donde residió. El hallazgo lo encontró la propietaria del inmueble que tras la cancelación del contrato de arrendamiento realizó una inspección del piso y dio con "varios bloques de una sustancia de color terroso" en un cajón de la mesilla de la habitación. La policía confirmó que se trataba de 580 gramos de hachís y tras localizar al inquilino éste manifestó que había había adquirido la sustancia de tan mala calidad que no merecía la pena consumirla y por eso la dejó en el cajón.