Las ingenierías tienen cantera para afrontar el futuro con las máximas garantías. Ayer quedó más que demostrado. La Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) y la Fundación Alcoa premiaron a 13 alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato de cinco centros educativos asturianos por los diseños realizados para el equipo universitario de "Formula Student", cuyo coche se presentará a finales de este mes.

La Fundación Alcoa, que desarrolla en Galicia actividades de este tipo aunque a mayor escala fue la que financió la actividad. "Nuestra intención es hacer descubrir a los alumnos una nueva dimensión del pensamiento, sembrar en ellos conceptos como la innovación", señaló Rubén Bartolomé, presidente de Alcoa.

Por su parte, Hilario López, profesor de la EPI, subrayó que lo realizado por los jóvenes premiados fue "ingeniería en estado puro". Durante su intervención, López puso de ejemplo de ingeniería social aplicada a Hugh Herr, premio Princesa Asturias de Investigación, por el desarrollo de prótesis para personas que han sufrido amputaciones. "Queremos ingenierías que reviertan en la sociedad", indicó.

No diseñaron prótesis, pero el trabajo de estos estudiantes resultó ser francamente complejo. "Yo me dediqué a describir todos los materiales y cómo era la pieza que diseñó un compañero para que todo encajase bien", apuntó Lidia Sopeña, del Instituto de Salinas. Su trabajo fue premiado como el mejor tratamiento de software del certamen.

Borja Lombardero -del Corazón de María-, José Ángel Vicente -del Instituto Carreño Miranda, de Avilés- y Pablo Laviana -del Alfonso II, de Oviedo- también tuvieron tarea. Para muestra, la de José Ángel, quien rediseñó de una manera innovadora la pieza de sujeción del amortiguador que les encargaron para mejorar su resitencia. Todo ello, con conocimientos adquiridos en la asignatura de Física.

Manuel Martínez, del colegio San Ignacio de Oviedo, coordinó al mejor equipo del certamen, compuesto por alumnos de sexto de Primaria, que trabajaron de una forma peculiar el diseño de la pieza. "Utilizamos plastilina ya que términos como fuerzas y tensiones son ajenos a ellos", apuntó Manuel, quien ve mucho futuro a sus alumnos tutelados.