El pabellón de La Arena está a punto de celebrar sus bodas de oro. El próximo día 20 se cumplirán 50 años de su inauguración lo que supuso un acontecimiento de gran relevancia ya que era el primer equipamiento deportivo público de la ciudad.
Fue la corporación que encabezaba Ignacio Bertrand Bertrand la que se propuso dotar a Gijón de un recinto deportivo capaz de organizar todo tipo de eventos y con capacidad para reunir mucho público. Así se encargó el proyecto a los arquitectos Juan Manuel del Busto y Miguel Díaz Negrete mientras que desde la corporación se afrontaba la búsqueda del terreno apropiado para ello. El elegido fue un solar existente entre las calles Aguado, Manso y del Molino -actual Emilio Tuya- donde una inmobiliaria iba a construir dos edificios. Tras el acuerdo entre ambas partes el pabellón ocuparía los bajos de ambos. Los arquitectos contaron con un presupuesto de algo menos de 14 millones de pesetas y con este dinero levantaron un pabellón polideportivo de hormigón armado, ladrillos, cubierta metálica y luceras de material traslúcido, con un total de 3.540 localidades divididas en 942 de asiento y 2.598 de pie. El coste final fue superior al presupuestado por lo que el Ayuntamiento tuvo que aprobar una aportación adicional de algo más de 900.000 pesetas.
Las obras se iniciaron en abril de 1965 y la inauguración tuvo lugar el 20 de julio de 1966. Pieza fundamental en todo el proceso fue Ángel García Fernández, un candasín que en aquel entonces ocupaba el cargo de subdelegado de Asuntos Económicos de la Delegación Nacional de Deportes en Madrid, quien logró una importante subvención estatal.
La inauguración fue por todo lo alto y con presencia de las principales autoridades regionales y locales. Presidieron el acto el Gobernador Civil José Manuel Mateu de Ros, el Gobernador Militar Luis Díaz Alegría, el alcalde Ignacio Bertrand, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Oviedo Valdivieso y el vicepresidente de la Junta Provincial de Educación Física y Deportes Jesús Suárez Valgrande, además de otras autoridades civiles y militares. La bendición del pabellón corrió a cargo de Manuel Álvarez Menéndez, Arcipreste de Gijón.
El Campeonato de Europa junior de hockey sobre patines fue la competición con la que se inauguró esta instalación. Participaron España, Portugal, Francia, Bélgica, Alemania e Inglaterra. En su debut, España se impuso con claridad a Francia por 5-0. A pesar de los elogios unánimes que recibió el pabellón al poco tiempo comenzaron las primeras críticas. Los aficionados a dos de los deportes más populares en aquella época, el boxeo y la lucha, pusieron de manifiesto que el pabellón no contaba con los elementos y el espacio necesarios para su práctica, lo que llevó a los arquitectos a presentar sendos proyectos para subsanar estas carencias con presupuestos de 174.943,01 y 109.686,86 pesetas respectivamente.
Desde aquel momento hasta hoy la instalación ha sido varias veces remodelada y albergó todo tipo de acontecimientos desde los deportivos a conciertos, asambleas ciudadanas o mítines.
