La Policía Nacional de Gijón localizó el pasado sábado, pocos minutos antes de las nueve de la mañana, el cadáver de una vecina de La Arena de 94 años de edad que había fallecido por causas naturales en el interior de su domicilio. Los agentes llegaron a la zona alertados por un amigo de la difunta. El gijonés, de 59 años, avisó a los funcionarios después de comprobar que no podía acceder al interior de la vivienda porque la mujer había dejado las llaves puestas por dentro. Su amiga tampoco contestaba a sus llamadas por lo que el hombre temía que le hubiera pasado algo. Sus peores augurios se confirmaron apenas unos minutos después de que llamara al 091.

Los policías trasladados hasta el lugar del suceso intentaron sin éxito abrir la puerta de la vivienda en varias ocasiones con las llaves del hombre que había reclamado su presencia. Poco después los funcionarios de la Comisaría llamaron al domicilio de una vecina de la nonagenaria para que les ayudar a acceder al interior de la vivienda por la terraza que compartían ambos inmuebles. Uno de los agentes entró por la puerta que daba al salón desde la terraza, que se encontraba abierta. El funcionario que accedió al piso "encontró el cuerpo de la mujer en el suelo de la cocina". El cadáver de la nonagenaria no presentaba signos de violencia por lo que una vez que el médico forense certificó el fallecimiento el cuerpo sin vida fue trasladado al tanatorio de Cabueñes.