Cualquier persona que quiera comer una pizza hoy en día no tiene más que caminar un par de metros para toparse con algún restaurante que se la ofrezca. En Gijón, casi en cada esquina existe un local especializado, o un hostelero local que ha incorporado el plato italiano a su carta nacional. Pero hace casi medio siglo, cuando este alimento no estaba de moda, era muy difícil toparse con una pizzería a menos que se acudiera al restaurante Las Candelas.

Este establecimiento familiar surgió hace 45 años, cuando dos hermanas de Orense, emigradas a Suiza, decidieron comenzar una nueva vida en Asturias. "Conocíamos a gente que vivía aquí y nos dijo que había mucho turismo, por ello escogimos esta ciudad para venir", comentan las dueñas del local, María Bedolina y Ángeles Ramos. Ambas con una larga trayectoria entre fogones, ya que desde bien jóvenes aprendieron como cocinar este tipo de comida. "Con 18 y 27 años, empezamos a trabajar en un restaurante italiano en Laussanne (Suiza). En el establecimiento, tanto las personas como los productos que había eran de Italia", explican las cocineras.

Las Candelas fue la primera pizzería que se instaló en Gijón y por tanto el primer restaurante que trajo consigo gran variedad de platos italianos y centroeuropeos como la lasaña o las "fondues" de carne y queso. "Recuerdo que abrimos el día 16 de junio, a las cinco y media de la tarde. Nada más empezar el local se llenó y así continuamos durante un largo tiempo", recuerda con nostalgia Ángeles, la pequeña de las hermanas Ramos. Desde la apertura, el local italiano ganó mucha fama, principalmente gracias a las pizzas. "La gente llegaba y nos pedía 'tortillas italianas'. Suponemos que las llamaban así porque les daba vergüenza pronunciar el nombre", comentan entre risas las dueñas.

Justo en la época en la que comenzó el restaurante eran los años de desarrollo de Ensidesa. "Había muchos extranjeros que venían con un mapa en la mano y señalaban el local con el dedo. El boca a boca hizo que el establecimiento se hiciera muy famoso entre locales y foráneos "explica María Bedolina.

Hoy en día, al restaurante siguen acudiendo gente de otros países pero entre sus principales clientes se encuentran las familias. "Aquí acude gente que venía cuando era crío, solo que ahora lo hace con sus hijos", declara Juan Carlos Gómez, jefe de sala e hijo de Ángeles. Clientes como Javier González saben de sobra a que se refiere Gómez, ya que en el local se celebró su bautizo, justo el mismo año en el que se abrió el establecimiento. Desde entonces, y a pesar de vivir en Madrid, Javier González acude siempre que viene a la ciudad a Las Candelas. "Lo que caracteriza a este sitio es la amabilidad de sus trabajadores y que continua igual que el primer día", declara el astur-madrileño que actualmente va con sus dos hijas al restaurante, "seguro que ellas seguirán viniendo cuando sean mayores", añade. Para Gómez este negocio "es familiar, al igual que nuestros clientes, que para nosotros también son como nuestra familia". No es de extrañar que sea así, ya que Juan Carlos no solo comparte trabajo con su madre y su tía, sino también con su hermana Ángeles Gómez, cocinera.

Este año, Las Candelas ha tenido doble celebración, la primera la de su 45.º aniversario, que fue el mes pasado. "Lo festejamos trabajando, que es la mejor manera" declara el jefe de sala. Y la segunda, la de recibir el premio "Nunca antes" de OTEA (Asociación de Hostelería y turismo en Asturias). "Lo recibimos con mucha emoción. Después de tantos años trabajando es estupendo", declaran las hermanas. Ángeles incluso se animó a dar un discurso en el multitudinario acto y "fueron las palabras más aplaudidas", añade con orgullo su hijo Juan Carlos.

Durante todos estos años el local ha recibido a cantidad de gente tanto de Asturias como de fuera, hasta famosos. "Por aquí han pasado actores, como algunos de 'Aquí no hay quien viva' o los de 'Amar es para siempre'". Y en entre sus paredes también se han vivido grandes anécdotas. "Una de las más recientes fue cuando vinieron unos clientes ingleses, con sus nietas. Ellos suelen comer aquí todos los veranos y nos dijeron que habían construido un chalet y en honor a nosotras lo llamaron Las Candelas", comenta María Bedolina, la mayor de las hermanas.

A día de hoy, el restaurante sigue manteniendo esas características que le definían al principio, cuando todo empezó. En estos 45 años, el establecimiento solo ha realizado una reforma y fue para ampliar el local, que sigue conservando la madera oscura, la piedra en las paredes y las lámparas forjadas, detalles que la familia consideran imprescindibles para que Las Candelas siga con vida. "Esto es un clásico, es la esencia del local, el alma" declaran los dueños.

La carta de comidas, por su parte sí ha sufrido más cambios. Actualmente en el menú hay unas 25 pizzas, pero al principio solo tenían cinco: siciliana, napolitana, margarita, cuatro estaciones y especial. "Con el tiempo hemos ido aumentando la comida, añadiendo platos nuevos y quitando otros. Algunos incluso los mantenemos por los clientes", declara el jefe de sala. A la hora de hablar de pizzas los clientes suelen pedir "pizza de autor, cada uno la pide a su gusto, aunque ahora en verano lo que más se suele pedir es la lasaña" comentan las hermanas. Para Ángeles su pizza favorita es la margarita, mientas que María Bedolina no consigue decidirse, "me gustan todas". ¿Y el secreto de estas? "Hacerlas con mucho cariño y esforzarse cada día con lo que se hace" explican las dos.

Con su propio estilo y con sus años de experiencia en la comida italiana, las hermanas Ramos seguirán cocinando durante mucho tiempo. "Son como las supernenas, no paran. Todo esto lo han conseguido ellas dos solas con esfuerzo y trabajo", comenta Juan Carlos Gómez, mientras las dos se ríen por el mote. María Bedolina y Ángeles con su delantal puesto y lista para la faena, tienen claro lo que van a hacer "No tenemos pensado jubilarnos, por ahora, esto es un negocio familiar y aquí tenemos muchas vivencias", declaran orgullosas de su restaurante.