Gijón y la Fundación Siloé liderarán a partir de octubre el programa "Housing First" ("la vivienda, lo primero") que arrancará en la ciudad con diez apartamentos destinados a personas sin hogar ni recursos. El plan se desarrollará a nivel regional, junto con Oviedo y Avilés, si bien Gijón será el municipio en el que primero se ponga en marcha, y donde más viviendas se habiliten.

El presidente de la Fundación, Ignacio Vázquez de Prada, explicaba ayer cómo la Fundación Municipal de Servicios Sociales de Gijón, que colabora en el proyecto, ya tiene localizados gran parte de los apartamentos que se podrán utilizar con este fin, diseminados por la ciudad con un objetivo integrador. Se trata, además, de viviendas del Principado que, en algunos casos requerirán de una reparación antes de acoger a sus nuevos inquilinos.

Se trata de "diez apartamentos individuales, destinados a personas que viven en la calle y no tienen recursos", y que además vivirán "solas, una persona en cada apartamento", especifica el presidente de Siloé, toda vez que se trata de perfiles no normalizados poco acostumbraados a la vida en común con otros compañerosde vivienda. La gestión de este programa correrá de mano de Siloé, que ayer recibió la visita del gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), José Ramón Riera.

Una visita en la que los responsables de la entidad, que el año pasado atendió en total a más de 1.100 personas con un equipo de 54 profesionales, aprovecharon para recordar las necesidades de ampliación de prestaciones y servicios. "Las necesidades son muchas y tenemos que ir adaptándonos", señala por su parte José Antonio García Santaclara, "Santa", fundador de la Fundación. Por eso "tenemos que trabajar en varias direcciones, de manera global, sin perder de vista la cooperación internacional", asegura.

Con la puesta en marcha del "Housing first", Siloé completa un importante programa de soluciones residenciales para personas en dificultades en los que destaca el plan de salud mental. Un proyecto para rehabilitar a personas con patologías mentales graves que, gracias al apoyo de los profesionales de la entidad, logran llegar a vivir con autonomía.

El plan consta de tres viviendas provisionales para una primera fase de tratamiento y otros diez pisos para personas ya en fase de normalización que pueden vivir de forma autónoma, con una supervisión más liviana. Es un formato "único en España", afirman los responsables del programa, en el que siempre hay lista de espera. En la actualidad, "de seis personas valoradas, sólo dos tienen plaza para acceder a los pisos de primer nivel", indica Pablo Puente, pendiente de una "necesaria ampliación".

Los responsables de Siloé reclamaron ayer al gobierno regional "una actualización de las ayudas", congeladas desde hace varios ejercicios con motivo de la crisis, si bien "no podemos quejarnos, funcionamos bien y cada vez con más profesionalidad", sostiene Ignacio Vázquez de Prada. El gerente del Sespa, por su parte, destacó la labor de una entidad que "funciona muy bien y es un ejemplo", por lo que "les pediremos las claves de sus buenos resultados para ponerlas en práctica en otros ámbitos", explicó José Ramón Riera.