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Barrios degradados se plantean rechazar la subvención por su elevada carga fiscal

"No queremos la ayuda en estas condiciones", aseguran en Monteana y Portuarios tras la gestión municipal de la rehabilitación en Francisco Eiriz

Obras de remodelación en el poblado de Inuesa, en Lloreda. JUAN PLAZA

Lo que en su día fue anunciado como actuación estrella del gobierno local de Foro se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para el equipo de Carmen Moriyón. La gestión de la rehabilitación de las viviendas de Francisco Eiriz, en Jove, está generando "mucha preocupación" entre los vecinos de los otros barrios ya declarados como "manzanas residenciales degradadas" que están esperando por recibir la misma subvención que Francisco Eiriz.

El impacto fiscal que ha supuesto la ayuda para sus beneficiarios a la hora de declararla -con cuantiosos pagos a Hacienda para familias con economía estrecha o incluso pensiones mínimas y ayudas sociales que se ven mermadas por declarar en pocas anualidades la cuantiosa subvención municipal para fachadas- ya puso en alerta a los vecinos de los próximos barrios en ser reformados. Ahora, la errática tramitación municipal de la forma de compensar económicamente a los vecinos de Francisco Eiriz por sus incrementos del IRPF ha añadido más leña al fuego, y algunos de los vecindarios pendientes de recibir la ayuda sopesan dar marcha atrás si no modifica el gobierno local la fórmula de concesión del dinero para amortiguar su impacto fiscal.

Luis Ángel Fernández, presidente vecinal de Portuarios, lo expresa con rotundidad. "Nosotros tiramos para atrás si no cambian las bases. Aunque se caiga el barrio", manifiesta. En Portuarios, que ya tiene su proyecto de rehabilitación aprobado, el enfado es monumental. "Aquí hay mucho tema. Vamos a pedir volver a hablar en el Pleno sobre el tema de las fachadas. Hay un problema muy importante. Nos enteramos de todo a través de los medios de comunicación. Tenemos aprobado el proyecto, pero no viene nadie a explicarnos nada", advierte Fernández, que pide el mismo trato que en otras reformas de fachadas subvencionadas, como las del Muro de San Lorenzo. "En la calle Emilio Tuya les pusieron cinco anualidades para declarar la ayuda. No nos negamos a pagar a Hacienda, pero que nos den facilidades", expresa el presidente vecinal de Portuarios.

En Monteana, último barrio declarado como "degradado", son de la misma opinión. "No creo que los vecinos queramos la ayuda así. Si nos llaman para tramitarla, pondremos nuestras condiciones, porque en Monteana, como en Jove, hay mucha gente con pocos recursos o cobrando ayudas por la crisis. Estamos preocupados y no nos llaman para nada", manifiesta José Ramón Pérez Cotarelo, presidente vecinal de Monteana. También están pendientes de su proyecto de rehabilitación en Contrueces, en los bloques de la Obra Sindical del Hogar. Mientras, se está ejecutando la primera fase de la reforma en el poblado de Inuesa, en Lloreda, que ha necesitado dos meses de prórroga.

Serán ellos los siguientes en tener que declarar a Hacienda una subvención a "barrio degradado". Desde el comité formado para coordinar a los vecinos de Inuesa, se mantienen prudentes, aunque reconocen que "hay preocupación" tras la experiencia de Francisco Eiriz. "Lo primero que tienen que hacer es entregarnos la obra y empezar cuanto antes la segunda fase. Sabemos de los problemas que está habiendo en Jove y tenemos que aprender. Estamos atentos a todo lo que sale", señalan.

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