Es una cuestión de educación y de aplicación de las leyes. Y, sobre todo, de debate y máxima difusión. "Las violencias contra las mujeres: aspectos socio-estructurales y legales" es el título del IX Congreso Mundial de Bioética, inaugurado ayer con la presencia de expertos llegados de buena parte del globo y con el ánimo de poner negro sobre blanco los retos y dificultades a que se enfrenta la lucha contra un tipo de violencia que abruma con cifras: según las estadísticas, una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia, la mitad de las europeas han sufrido acoso sexual y la aplicación de medidas de protección se ha incrementado en un 15 por ciento en el caso de las menores de 18 años.

Por eso ayer, tras la inauguración, fueron varias las voces que se alzaron para recordar que "lo que importa es acabar de una vez por todas con la impunidad, si hay un asesinato que se emprenda una investigación y se busquen responsabilidades; no puede ser que se busquen sólo en temas económicos de malversación de fondos", lamentaba ayer Soledad Murillo de la Vega, socióloga, investigadora y exsecretaria general de Políticas de Igualdad.

Fue una de las participantes en la mesa redonda titulada "La Violencia contra las mujeres, un fenómeno global", junto con María Teresa Fernández de la Vega, Consejera Permanente de Estado y presidenta de la Fundación Mujeres por África, y Marisa Soleto Ávila , directora de la Fundación Mujeres.

Todas ellas reclamaron la puesta en práctica de medidas más contundentes tanto en el ámbito de la toma de conciencia como en la aplicación de la legislación. "La ley no falla, es que no se aplica", clamó Murillo. Victoria Camps, presidenta del Comité de Bioética de España, señaló por su parte que "el problema es de educación, y estamos viendo un fracaso, no conseguimos que las mentalidades cambien", lamentó la moderadora de la mesa.

Marisa Soleto, por su parte, puso de relieve la necesidad de "creer a las mujeres" cuando denuncian casos de violencia y apoyar los procesos de denuncia. "El objetivo prioritario es el de proteger la vida de las mujeres", reivindicó, en un momento de "debates muy confusos en torno a la violencia de género".

Para seguir profundizando en el problema de fondo hoy se celebra una nueva sesión de debates y mesas redondas sobre cuestiones como el tratamiento en los medios de comunicación o las trabas en la aplicación de justicia.