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RAMÓN JIMÉNEZ | Escritor y experto en técnicas de origami

"Las aplicaciones del origami son inmensas en la medicina y en la ingeniería"

"Ya se han creado paneles solares desplegables con técncias de papiroflexia que aprovechan mejor la energía"

Ramón Jiménez, ayer, en la Politécnica. L. P.

Ramón Jiménez Pérez es escritor, coordinador de actividades culturales en la Casa de Galicia de Madrid y experto en un campo, el origami, que se enmarca en la tradición española de la papiroflexia y que se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Sobre todo si se tiene en cuenta que las aplicaciones del origami en ingeniería son muy variadas y sorprendentes: desde el tetrabrick hasta el despliegue de las antenas de los satélites y, en particular, las aplicaciones en ingeniería estructural. En el Instituto Tecnológico de Massachusetts, por ejemplo, hay asignaturas específicas sobre este campo, que puede resultar fundamental en el diseño de soluciones en campos como la medicina o la energía. Jiménez pronunció ayer en la Escuela Politécnica de Ingeniería la conferencia "El origami y sus aplicaciones técnicas" antes de desarrollar ejemplos prácticos en vivo.

-¿De dónde viene la relación del origami con la ingeniería?

-Desde siempre, pero hasta no hace mucho el origami, o la papiroflexia, que es lo mismo, se consideraba un entretenimiento, un juego infantil. No se le daba la importancia que tiene realmente. Porque el origami se basa fundamentalmente en la matemática y en la geometría, y las aplicaciones técnicas que puede tener son inmensas en muchos campos: en la ingeniería aeronáutica, en la civil, en la arquitectura... porque juega con el espacio. Está íntimamente relacionado.

-¿En qué se concreta esa relación, de qué manera ayuda a la ingeniería?

-Las técnicas de origami se pueden aplicar a la ingeniería en muchos aspectos. Por ejemplo en el campo de la medicina se han inventado pequeñas estructuras plegadas que se pueden introducir en el cuerpo, y una vez dentro se despliegan y desarrollan su función. Ya se han creado paneles solares con técnicas de origami que siguen mejor al sol, se aprovecha mucho mejor la energía solar. En la ingeniería aeronáutica también se aplica a través del estudio de los aviones de papel, de los que hay miles de modelos, que suponen un cambio fantástico de pruebas para descubrir formas que ayuden a la ingeniería de los aviones.

-¿Los ingenieros son conscientes de la importancia de esta técnica?

-Sí lo son, porque entre los origamistas del mundo hay gente de todo tipo, desde magos hasta profesores de matemáticas e ingenieros. Algunos de ellos trabajan el origami. Y también hay arquitectos que han construido módulos con los que hacen castillos, y son piezas de papel ensambladas que ellos utilizan como ladrillos o bloques de piedra. El origami desarrolla mucho las habilidades, no sólo manuales sino mentales.

-¿Haría falta una enseñanza reglada del origami en las escuelas de ingeniería?

-Estaría muy bien. En Japón últimamente se está exigiendo en algunos hospitales a los cirujanos que hagan una prueba de plegado de papel diminuta, en tamaño muy pequeño, para que puedan demostrar su paciencia y su habilidad manual. Es una técnica muy interesante para alguien que trabaja en un espacio muy reducido, estar entrenado en técnicas de origami y conocerlas viene muy bien.

-¿Tiene tanta importancia el método como el resultado?

-Exactamente. El saber plegar el papel está presente en la vida cotidiana en todas partes: cuanto plegamos un mapa, cuando abrimos el envase de un pastel, los pañuelos de papel, una persiana... no somos conscientes de la presencia de esta técnica en nuestra vida y es muy importante en muchos campos que no se sabía hasta ahora.

-¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir a los futuros ingenieros?

-Que el origami es una actividad muy seria, muy importante, muy buena. Hay que abandonar la antigua creencia de que hacer una pajarita es una tontería que hace el que no tiene otra cosa que hacer, el que le sobra tiempo. El origami está relacionado con ciencias importantísimas como son las matemáticas o la geometría que están tan presentes en la ingeniería. La intención es que amen estas técnicas para tener más conocimientos. El lenguaje del origami es fundamental para que puedan desarrollarse más en sus respectivos campos de trabajo.

-¿Está de moda el origami?

-Está de moda, y la moda ha venido por las campañas publicitarias que se han hecho en los últimos años en todos los países. Los escaparates cada vez se adornan con origami, por ejemplo. Y ahora esta técnica se respeta más al ser una palabra que viene de oriente, de Japón, cuando en realidad es lo mismo que nuestra papiroflexia. No obstante en ese empeño nos encontramos con cosas mal hechas: por ejemplo, en los contenedores de papel hay pajaritas mal hechas, deformes, que no respetan las proporciones. Hemos tenido una imagen deforme de la papiroflexia durante los últimos años, no le hemos dado la importancia que merece.

-¿Cuántos origamistas hay en España?

-Somos unos 400 afiliados, van y vienen, y hay que tener constancia para permanecer en estas asociaciones. Tenemos una revista, "Pajarita", de la Asociación Española de Papiroflexia, se editan varios boletines al año.

-¿Dónde se aprende el arte de la papiroflexia?

-Hay talleres, de vez en cuando organizamos alguna actividad en este sentido. Escuela como tal sólo existe una, la Escuela Museo del Origami de Zaragoza, que lleva funcionando tres años. Los compañeros allí organizan exposiciones y enseñan gratuitamente a la gente que está interesada en aprender las técnicas. Es la única escuela de origami y museo en Europa.

-¿Todo el mundo puede ser origamista?

-Sí, todo el mundo lo consigue, por supuesto que todo el mundo puede aprender. Pero hay que tener tranquilidad y calma, y sobre todo mucho entusiasmo.

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