No es una de las empresas más conocidas de Gijón, pero de su factoría de Tremañes salieron desde los aseos públicos hasta el kiosco de Emtusa en La Acerona o la caseta de salvamento de la playa de San Lorenzo. Se trata de Primur, firma integrada en Ilunion (la corporación industrial de la Once), que ha superado la dura crisis en la que cayó en 2012, al caer en picado sus ventas a los ayuntamientos españoles, volcándose en la exportación y estableciendo alianzas con grandes empresas a las que suministran el mobiliario urbano, que produce en su factoría de Los Campones, para proyectos de infraestructuras. En 2012 Primur contaba con 70 trabajadores y apenas exportaba un 10% de su producción. Hoy su plantilla estable es de 40 personas y sus ventas en el extranjero del 50%.
Abrir nuevos mercados fue una necesidad para la supervivencia de Primur, ante la situación del mercado en España, muy complicada por la falta de inversión de los ayuntamientos, desde que estalló la crisis, explica el director general de la compañía, Alfredo Subietas. Una crisis que llevó a la empresa a perder la mitad de su plantilla. En los últimos años ha podido contratar a cinco personas de manera estable, si bien en los momentos punta de producción su plantilla puede incrementarse con varias decenas de eventuales.
Francia fue su primer objetivo en la internacionalización de la compañía, donde comenzó a vender hace tres años. Desde entonces ha exportado módulos de kioscos de información, de oficinas y de aseos públicos para diversas ciudades francesas, incluyendo París y Burdeos. También está vendiendo directamente en otros países de la UE.
La política que ha establecido de alianzas con grandes corporaciones también le ha permitido aumentar sus ventas, parte de ellas en el exterior. Es el caso del contrato que está a punto de firmar Isolus-Corsán para instalar lineas de tranvía en Argelia, un proyecto en el que Primur aportará las marquesinas de las paradas.
Entre las alianzas con grandes corporaciones que ha tejido Primur y que le permiten participar en proyectos a los que difícilmente podría concurrir por si sola, está el acuerdo con Dragados, a quien suministró las marquesinas para el tranvía de Málaga.
Otro de los clientes importantes que ha captado es Renfe, para quien Primur ya construyó la estación modular de cercanías en la parada de Ramón y Cajal, en Madrid, modelo que la compañía ferroviaria prevé extender paulatinamente por toda su red de cercanías.
