Cobrar menos impuestos a quienes más reciclen. Esa es la línea en la que trabajan actualmente los técnicos de la Empresa Municipal de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa). Los responsables de la recogida de residuos de la ciudad estudian estos días los programas de concienciación puestos en marcha en otras ciudades de España para premiar a los ciudadanos que más ayuden al medio ambiente. Una de las posibilidades que ya está sobre la mesa es la de poner en circulación bolsas de basura certificadas que permiten examinar los residuos de cada vecino de la ciudad. Así, los que más separen pagarán menos.
El objetivo último es cumplir los compromisos de reciclaje que asumió en su día la ciudad de Gijón y complementar con un programa de incentivos las multas que vienen recogidas en la nueva ordenanza de limpieza urbana. La Unión Europea exige que dentro de cuatro años, en el 2020, los ciudadanos reciclen el 50 por ciento de los residuos. Actualmente y según la estadística oficial la realidad es que los vecinos de Gijón no separan ni el 10 por ciento de lo que se tira a la basura. Con el sistema de bolsas certificadas en el que se está trabajando cada "cliente" de Emulsa tendría un código de barras en el que vendrían reflejados sus datos personales. A final de ejercicio se calcularía cuánto ha reciclado cada ciudadano y se aplicaría la correspondiente rebaja en los impuestos de recogida de basura.
La política de incentivos iría pareja a la de sanciones. No en vano actualmente el Ayuntamiento trabaja en la elaboración de una nueva ordenanza de limpieza viaria en la que viene recogido un amplio capítulo de multas. La nueva normativa obliga a los ciudadanos a separar los residuos. Y va más allá. Se establecen también sanciones económicas para quienes no compacten la basura y aprovechen al máximo la capacidad tanto de las bolsas de plástico de residuos como de los contenedores en los que se depositan. Además en la ordenanza se insiste en que se deben cumplir los horarios para sacar la basura. El que no siga estas normas podría enfrentarse a sanciones que llegan, en caso de reincidencia, hasta los 750 euros.
La propuesta del Ayuntamiento no es del todo nueva. En la ciudad de Madrid, los inspectores de la empresa de limpiezas ya tienen competencias para rebuscar en la basura y multar a quienes no separan correctamente los residuos. En el caso de la capital de España se persigue también a los propietarios de negocios que no cumplen con las especificidades que se establecen para sus negocios.
El objetivo, en cualquier caso, pasa por generar cada vez menos residuos. En este sentido la próxima semana el Ayuntamiento presentará las actividades que la Empresa Municipal de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) organizará dentro de la Semana de Prevención de Residuos. Durante la celebración de esta campaña se intentará concienciar a los más pequeños de varios colegios de Gijón de la importancia de generar cada vez menos basura y de reciclar para cuidar el medio ambiente.
