La Policía Nacional y los Bomberos del Ayuntamiento de Gijón rescataron ayer el cuerpo sin vida de un vecino del barrio de Pumarín que llevaba varias horas muerto en el interior de su vivienda. Al parecer fue el hijo del difunto el que dio la voz de alarma y avisó a las autoridades. Su padre no respondía a sus llamadas y se temía que le hubiera ocurrido algo. La entrada en la vivienda confirmó los peores presagios.

Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la mañana de ayer. El gijonés advirtió entonces a la sala del 091 de la Policía Nacional de que llevaba 15 días sin ver a su padre y que este no contestaba a sus llamadas a pesar de que tenía encendidas las luces de casa, por lo que lo más probable es que se encontrara en el interior del domicilio y que hubiera sufrido un accidente doméstico. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación de bomberos del parque municipal de Roces. Los funcionarios de extinción de incendios accedieron al interior del inmueble derribando la puerta de entrada de la vivienda. Fue entonces cuando descubrieron que el hombre, de 61 años de edad, había fallecido por causas naturales en el interior de la vivienda sin poder perder auxilio.

El cuerpo sin vida de este vecino de Pumarín fue trasladado en un primer momento al Instituto Anatómico Forense de Oviedo para practicarle la autopsia. Una vez que el informe de los forenses encargados del caso confirme que el difundo falleció por causas naturales está previsto que el cuerpo sin vida del gijonés sea trasladado al tanatorio de Cabueñes, en donde se llevarán a cabo el correspondiente velatorio y su despedida.