El propietario de un conocido club de alterne de la ciudad se sentará hoy en el banquillo de los acusados de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acusado de cometer un delito contra los derechos de los trabajadores. El fiscal encargado del caso pide para el reo un año y medio de cárcel y le acusa de tener trabajando para él en su negocio a 31 mujeres que no tenían contrato laboral alguno ni habían sido dadas de alta en la Seguridad Social.

El ahora imputado afronta, además, la imposición de una multa de 1.920 euros. El proceso penal que hoy llegará a juicio se inició en mayo del año pasado, cuando los inspectores de Trabajo realizaron una investigación dentro del establecimiento del acusado. Fue entonces cuando los investigadores descubrieron que ninguna de las mujeres que había en el local -algunas de ellas de nacionalidad extranjera-, tenían un contrato de trabajo.

No es la primera vez que en la ciudad se celebra un juicio de estas características. De hecho hace dos años ocho prostitutas consiguieron que la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias reconociera su relación laboral con el dueño del club en el que ofrecían sus servicios. Los funcionarios de Inspección de Trabajo que en aquel momento sancionaron a los propietarios del local les impusieron una multa de 80.000 euros. Los magistrados del TSJA, por su parte, reconocieron que las mujeres trabajaban para que los hombres que entraban al bar consumieran más bebidas.

En este caso que se juzgará hoy en la Audiencia Provincial además del dueño del establecimiento están llamadas a declarar varias prostitutas afectadas por estas condiciones de trabajo que se les imponían.