El Museo Casa Natal Jovellanos y el Nicanor Piñole acaban de firmar su adhesión al plan nacional de museos sociales. Se trata de una iniciativa con la que, según explicaron ayer desde la Fundación Municipal de Cultura, se trata de ofrecer a los ciudadanos espacios de encuentro social, así como "lugares capaces de mejorar el entorno y de crear y transmitir conocimiento y bienestar a quienes participen en sus actividades".

Estas dos instalaciones museísticas gijonesas son las primeras del Principado en sumarse al citado plan estatal, que está impulsado por la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural. "La apertura de los museos a nuevos públicos va mucho más allá de un incremento de visitantes, ya que la cohesión social debe ser un pilar básico de estos nuevos programas que se implementen", señalaron ayer desde la Fundación Municipal de Cultural, de quien dependen tanto Casa Natal Jovellanos como el Piñole.

El primero, integrado en la casona familiar de Jovellanos, en Cimavilla, no sólo es el depósito de la memoria familiar e intelectual del gran ilustrado gijonés, sino que tiene abierta al público una muy importante colección de arte contemporáneo asturiano. El segundo, que abre sus puertas en la plaza de Europa, está dedicado a conservar, exponer y difundir el legado artístico del gijonés Nicanor Piñole, uno de los grandes pintores españoles de su tiempo.

Tanto uno como otro museo vienen desarrollando una serie de programas propios novedosos.

El Piñole, por ejemplo, ha puesto en marcha "El Museo contra el olvido", destinado a personas con demencia leve o moderada. La Fundación de Cultura tiene previsto anunciar, en las próximas semanas, otro programa para potenciar la "vertiente social" de ambas instalaciones: "Estas acciones tienen como objetivo principal ampliar las audiencias, abriéndose a nuevos públicos, y mejorar el acceso de todos los ciudadanos a la cultura y el patrimonio de la ciudad".

El museo como elemento integrador y de conocimiento. Son algunas de las líneas maestras del plan de museos sociales a los que se adhieren ahora las dos instituciones gijonesas. Se trataría, siempre según la fuente citada, de "fomentar la convivencia y el respeto, además de dar respuesta a los cambios sociales, económicos y culturales que se están produciendo en la actualidad".

Esta participación en la iniciativa de Bellas Artes y Patrimonio Cultural obliga a las instituciones adheridas a comprometerse con una serie de principios y normas recogidos en un decálogo de responsabilidad social.