Ese era el dato. Durante el año anterior, 1991, habían cerrado en Gijón nada menos que 300 pequeños comercios. Y desde 1989 las bajas habían sido 800. De alimentación y textil muchas de ellas "por la competencia de las grandes superficies y también por la baja profesionalidad del sector, y muchos de los cierres fueron en centro de la ciudad". Nos cuenta el artículo que en ese año de 1992, "mágico y brillante en otras latitudes hispánicas", había registradas 5.700 empresas minoristas.