Tras un año separados a la fuerza Miguel de Prado ha estado con su hijo en contadas ocasiones y siempre tutelado por un trabajador social o un policía. La de este fin de semana fue la última ocasión en que ambos compartieron cinco horas no sin impedimentos.

Miguel de Prado viajó a Suiza y al llegar se encontró con la negativa de su expareja que aseguró que el hijo de ambos estaba enfermo y no podía salir de casa. "Me planté y dije que no me iba sin estar con él, lo conseguí y comprobé que todo era mentira, al niño no le pasaba nada", confiesa De Prado a quien la fugacidad del encuentro aun le pesa. Más aún al comprobar lo "influenciado que está por su madre".

"Mi hijo me acaricia cuando no hay nadie delante, pero cuando llega alguien ni me roza, la madre le manipula para ponerlo en mi contra y no se atreve a tocarme cuando hay gente delante", denuncia Miguel. Pero no es una interpretación personal, su temor lo confirmó el Tribunal Federal Suizo que sentenció en agosto que existía una "gran manipulación del menor" después de recibir una carta manuscrita "supuestamente por el niño" en que criticaba a su padre. Una misiva que en palabras del juez suizo "parece que ha sido dictada por una persona adulta" pues "teniendo en cuenta tanto el idioma, como la estructura y el contenido" es posible "que la carta no haya sido redactada por un niño de su edad con español como lengua materna". Pese a los indicios de manipulación -corroborada en el mes de octubre por el equipo psicosocial adscrito a los Juzgados de Familia de Gijón- la madre logró reabrir el proceso después de utilizar como pretexto el suceso de agosto en que el niño no se atrevió a salir del coche -con toda la familia rodeándole- ni permitieron al padre acercarse.

De los 365 días que llevan separados Miguel de Prado no ha estado ni siquiera 24 horas con su hijo. Apenas tres visitas reglamentadas y siempre con alguien vigilante que impida que se lleve a su hijo a Gijón donde las sentencias falladas por la justicia española -y que la helvética no aplica- aseguran que ya debería estar.