La digitalización de una empresa supone "poner los últimos avances tecnológicos al servicio de la estrategia empresarial" y es "un proceso necesario, ya que vivimos en un mundo en el que todos estamos inmersos en un ámbito digital y esto a las empresas les afecta directamente, tanto a la hora de ofrecer sus productos o servicios como a la hora de organizarse internamente", en palabras de Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), que junto con Izertis organizó ayer, en Gijón, la jornada titulada "Hacia la transformación digital de las empresas".

"Lo que intentamos con esta jornada", explicó Alberto González, "es reflexionar sobre esta realidad y poner a disposición de las empresas herramientas prácticas que permitan a las que no han entrado todavía en este proceso entrar, y a las que ya lo están haciendo intensificarlo, con el objetivo de mejorar su competitividad en el futuro".

Durante la jornada se explicaron los casos de varias empresas como TSK, Liberbank o Arcelor-Mittal. Rubén Pérez Chust es el responsable del departamento de mecatrónica y visión artificial de la multinacional siderúrgica, quien enfatizó en la idea de que "la digitalización de la empresa tiene que ir un paso más allá de la digilitación de los procesos. Muchas empresas manufactureras están apostando por digitalizar sus procesos, pero hay un paso extra, que es digitalizar el negocio, necesitamos entender que digitalizar la empresa internamente está muy bien y es necesario, pero hay que ampliar las fronteras y digitalizar la empresa completamente".

En este sentido, subrayó que "estamos hablando de negocios con suministradores, predecir la demanda, entender lo que es el suministro, organizar la logística. Todos estos pasos deben estar digitalizados para poder sobrevivir". Y abordar la digitalización debe hacerse desde dos estados: el interno de los procesos y el estado del negocio, que es lo que hace falta para ser competitivos".

También explicó Rubén Pérez Chust que la digitalización no incumbe solamente a las grandes empresas: "Una pequeña y mediana empresa en cualquier momento puede digitalizar su negociación con clientes, con proveedores, con lo que es el entorno, la digitalización del negocio". Y lo esencial es "invertir en conocimiento" en un proceso en el que "no hay que invertir grandes cantidades, se pueden aprovechar, por ejemplo, servicios en la 'nube' que ofrecen proveedores y pagando por cada uso".