Cada día laborable se producen en Gijón 739.592 desplazamientos: una media de 2,64 viajes por gijonés. Este es el dato de partida del diagnóstico sobre la movilidad en Gijón que ayer se hacía público como paso previo a fijar los principios de un nuevo Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura (PIMSS) desde el Foro de la Movilidad que aglutina a 76 entidades de la ciudad. Este informe sobre el presente de la movilidad gijonesa es el resultado de cruzar toda la información oficial sobre tráfico, urbanismo, medio ambiente, transporte... con el resultado de 1.500 entrevistas telefónicas, 400 a usuarios del transporte público, 252 a peatones y 60 a ciclistas.
El estudio del reparto modal de esos viajes y del motivo que los originan da muchas pistas de cara a posibles cambios de hábitos. En un Gijón que tiene censados 118.600 coches particulares ese sistema representa el 36,8% de los desplazamientos. El transporte público se queda en un 10,9% y los modos no motorizados -fundamentalmente caminar- computa el 52,3% con 386.607 desplazamientos por día laboral: 382.357 a pie y 4.251 en bicicleta. Pese a las constantes campañas reivindicando su uso, no llegan al 1% los desplazamientos en bici: de hecho se quedan en un 0,6%. Por debajo de este porcentaje sólo están los desplazamientos en taxi (0,3%) y los transportes especiales (0,1). A los autobuses de Emtusa le corresponden el 8,2% de los desplazamientos y en moto se hace el 1,2%. Todos estos datos suponen, en reflexión del nuevo jefe de Tráfico del Ayuntamiento, Ignacio Díaz, "que hay un amplio margen para reducir el uso del vehículo privado y muchísimo margen para aumentar el uso de la bicicleta".
En cuanto a los motivos de los desplazamientos, el 27% se hace por trabajo, el 26% por ocio y un 14% en cada caso por estudios y por compras. Un matiz muy importante a destacar es que para ir al trabajo se opta mayoritariamente por el vehículo privado mientras los viajes por compras y ocio se hacen a pie. Ello supone, indican los técnicos municipales, que las críticas que vinculan la peatonalización de las calles con una incidencia negativa en la vida comercial se basan en un tópico que ha quedado desmontado con este informe de situación.
El análisis territorial da como titular que El Llano y la zona centro, con 185.568 y 91.717 viajes al día respectivamente, son los dos distritos de los nueve analizados que generan más desplazamiento. De hecho uno de cada cuatro viajes se genera en El Llano. Además, en ambas zonas más de la mitad de esos desplazamientos son peatonales. A otro lado de la balanza están la zona rural, que genera el 9% de los viajes y Cimadevilla que con 6.015 desplazamientos diarios se queda en un 1%. Aquí el viaje no motorizado pierde fuerza: se mueven más los coches que los peatones.
Uno de los retos del nuevo plan es, se explicó ayer en el salón de recepciones de la Casa Consistorial, empezar a gestionar la movilidad en lugar de reaccionar ante sus imposiciones. Eso supone que a la hora de tomar decisiones de futuro hay que reflexionar sobre tres elementos básicos: centros educativos, centros sanitarios y polígonos industriales. En el primer caso hay que tener en cuenta que cada día hay 104.168 desplazamientos por estudios a los que se deben sumar otros 21.590 por acompañamiento escolar. Es una "movilidad relevante", se indica en el estudio. Al igual que todos los desplazamientos que genera el hospital de Cabueñes, y que crecerán con motivo de su próxima ampliación. En lo que tiene que ver con la actividad económica, el Plan de Movilidad debe fijar medidas específicas para favorecer desplazamientos a los espacios donde haya aglomeraciones empresariales con un número de empleos significativos. Se piensa sobre todo en las empresas con más de 200 empleados.
Pero las decisiones de futuro también deberán dar respuesta a otros tres problemas de presente detectados en el informe: el aparcamiento en zona ORA, la distribución de mercancías y la accidentalidad. Por partes. Ahora mismo la ordenanza de regulación el aparcamiento se aplica en 13 áreas del centro urbano donde residen unas 65.000 personas. Aunque a lo largo de los últimos tres lustros la demanda de tarjetas para residentes ha bajado un 14%, lo cierto es que la oferta de plazas ha bajado más del doble: un 33,5%. Si la zona ORA empezó con 7.300 plazas, ahora mismo sólo hay 4.856 según los cómputos oficiales.
En cuanto a la distribución urbana de mercancías el aumento del comercio electrónico ha venido a generar más problemas donde ya los había. ¿Cuales son esos problemas? Una normativa municipal antigua, la importante ilegalidad en el uso de las plazas de carga y descarga, el abuso de la doble fila que genera problemas de seguridad vial y la falta tanto de corredores urbano-metropolitanos adecuados para mercancías como de plataformas logísticas.
En cuanto a la accidentalidad, hay bastante camino por recorrer antes de llegar al cero muertos y cero heridos graves que se han autoimpuesto los responsables del nuevo Plan de Movilidad. Aunque las cifras de 2016 son mejores que las de los dos ejercicios anteriores y se ha invertido la tendencia, lo cierto es que son números negativos. El año pasado se produjeron 957 accidentes de tráfico con 392 heridos, 33 de ellos de gravedad y dos muertos. En 2014 y 2015 las víctimas mortales fueron cuatro en cada ejercicio.
Este informe que ayer conocieron todos los miembros del Foro de Movilidad también aporta datos para calcular el impacto medioambiental de todo este ir y venir de vehículos. Es una emisión de 532,45 toneladas de CO2 al día, el 96% generadas por los vehículos particulares. Son 694 kilos al año por habitante. Ignacio Díaz calculaba ayer que de necesitarse un cubo donde meter esas emisiones se necesitaría uno del tamaño de un edificio de veinte plantas.
Con todos estos datos sobre la mesa llega la hora de hacer propuestas para un nuevo modelo de movilidad en Gijón. Si todo sale bien el documento final verá la luz en septiembre, para estar operativo una década.
