En tiempos de consumismo feroz, hay quien opta por vías alternativas para lograr la sostenibilidad: no todo lo que se estropea o deja de funcionar tiene por qué acabar en la basura, muchas veces se puede reparar. Con esa filosofía se ha puesto en marcha en toda Europa un movimiento llamado "Repair Café" que llega hoy mismo a la Escuela Politécnica de Ingeniería.

Se trata de encuentros periódicos organizados por voluntarios con conocimientos suficientes como para reparar diferentes tipos de aparatos, que se juntan por lo general en cafés para atender durante unas horas a quienes se acerquen con sus cachivaches estropeados. En esta ocasión, como indica Fran Arbesú, de Ingeniería Sin Fronteras Asturias, organizador de la primera cita de estas características en Gijón, se ha optado por la Politécnica "para aprovechar la oportunidad de contar con ingenieros que puedan echar una mano en las reparaciones".

Ya hay cuatro voluntarios confirmados, que atenderán a todos los que se acerquen entre las cinco y las ocho de la tarde de hoy a las salas 03.02 y 03.03 del Edificio Polivalente de la Escuela. "No podemos ofrecer la garantía absoluta de que todo lo que lleve la gente tenga arreglo, pero se intentará de todos modos", advierte Fran Arbesú.

Este es el cuarto "Repair Café" que se celebra en Asturias, y en las tres ediciones anteriores, celebradas en Oviedo y Avilés, "el resultado fue muy bueno, no nos esperábamos tanta asistencia de gente", asegura el organizador.

Lo más solicitado es la reparación de pequeños electrodomésticos y aparatos electrónicos, aunque ya se ha dado el caso incluso de reparaciones textiles, gracias a la participación en el evento de personas que cosen. Una buena oportunidad para dar una segunda vida a las cosas.