Un empresario local aceptó ayer una condena de seis meses de prisión por estafar a un trabajador al que subcontrató. El condenado solicitó los servicios del denunciante, un escayolista al que tras efectuar el trabajo le dejó a deber 1.627 euros que se comprometió a pagarle mediante un pagaré. Algo que no hizo por más que lo reclamó el obrero desde diciembre de 2015. Además deberá costear los gastos de la acusación particular.