La propuesta del secretario general de pesca del Ministerio de Agricultura, Alberto López-Asenjo, de que los pesqueros asturianos embarquen turistas mientras faenan en la costera del bonito para aumentar sus ingresos, fue recibida ayer con escepticismo por el presidente de la Federación de Cofradías asturianas, Dimas García.

"No lo veo en nuestros barcos, salvo que cambie la normativa. Para llevar turistas a bordo, como hacen en Italia, habría que poner barandillas, toldos y sillas", señaló Dimas García, para quien la costera del bonito no es la campaña más adecuada para conjugar turismo y pesca artesanal: "Puede saltar un anzuelo y clavársele en un ojo a un turista; no lo veo", añadió.

Para el presidente de las cofradías asturianas la solución para que la pesca aumente su rentabilidad no pasa por compaginarla con el turismo, sino porque España consiga aumentar su cota de capturas de bonito en un 10%, pasando de las 15.000 toneladas actuales a 16.500, como se está intentando negociar, y también porque no se fijen cupos por comunidades autónomas o que si se establecen "no haya un reparto injusto" que perjudique a la flota asturiana, que desde hace años viene quejándose de la discriminación que sufre en el reparto de cuotas de otras especies, como la xarda.

Otra de las medidas que reclama desde hace tiempo el sector artesanal es "erradicar el arrastre pelágico" que practican barcos franceses e irlandeses más allá del límite de las 12 millas de la costa española y que detectan los bancos de túnidos siguiendo a la flota artesanal y echando las redes por la noche, con lo que al día siguiente han acabado con zonas de buena pesca.