La segunda sesión del juicio contra el administrador único de una constructora por quedarse con 11.673,65 euros de una obra de rehabilitación de una casa no finalizada se suspendió ayer por la ausencia de un testigo pericial y se reanudará más adelante.

La vista oral de este procedimiento de la sección octava de la Audiencia Provincial se inició el pasado miércoles con el testimonio del acusado que aseguró "no mover un ladrillo sin el consentimiento" del matrimonio que le encargó la obra para después pedirle que la abandonase.

La Fiscalía en sus peticiones iniciales requirió la pena de 21 meses de prisión y multa de 24.000 euros. La acusación particular, en cambio, reclama seis años de cárcel e indemnización de 8.000 euros para cada miembro del matrimonio.