J. M. C.

Desde ayer la colección del Museo del Ferrocarril de Asturias puede mostrar una colección de dieciséis gorras de trabajo usadas por personal ferroviario, que fueron donadas por José Antonio González, un antiguo trabajador de la empresa Convensa, que ya hizo otras donaciones al museo de material de construcción de vías.

Natural de Las Segadas y vecino de Oviedo, José Antonio González explicó ayer, con humor, que la donación la realizó ante la imposibilidad de ver su colección de gorras en su casa por falta de espacio, "así que ahora las podrá ver cuando venga al Museo del Ferrocarril".

En total, José Antonio González donó al Museo del Ferrocarril 23 gorras de trabajo ferroviario, entre ellas de factor de circulación, de factor, de jefe de estación, de inspector principal, de obrero de vía y obras, de jefe de tren o interventor y de capataz de vía y obras, entre otras.

"Las gorras son el símbolo de la jerarquía del ferrocarril y tienen una clara reminiscencia militar, significan ka jerarquización del trabajo ferroviario", señaló, por su parte, Javier Fernández, que es el director del Museo del Ferrocarril de Asturias.

De hecho, explicó, "el uniforme ferroviario es en sí mismo un elemento distintivo de cada una de las categorías y servicios dentro del mundo ferroviario" y las gorras "tienen una doble función: por un lado la utilitaria con el fin de diferenciar los distintos oficios dentro del ferrocarril, pero también una dimensión simbólica como elemento de comunicación de unos valores ideológicos y de estrategia de imagen de las distintas compañías. En ese sentido, la gorra constituyó la pieza más importante del uniforme ferroviario".

Finalmente, Javier Fernández aprovechó la presentación de la colección de gorras para animar a más personas a realizar donaciones al museo.