El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) destinará 2,5 millones procedentes de la ley de endeudamiento que contempla la inversión de 22,9 millones y que fue aprobada ayer en la Junta General a la adquisición de dos resonancias magnéticas, una para el Hospital Universitario de Cabueñes y otra para el Valle del Nalón.

La resonancia magnética de alto campo que se añadirá al equipamiento de radiodiagnóstico de Cabueñes se utilizará para los estudios de neurología, hepáticos, angiografía, cribado de cáncer de mama, así como para realizar pruebas de cardiología vinculadas a la unidad de hemodinámica del propio centro universitario. El precio estimado de la adquisición de este equipo es de 1,6 millones.

El aparato se suma así a las últimas mejoras efectuadas en Cabueñes. El año pasado se acordaron 580.800 euros para un contrato que incluye mantenimiento por cuatro años y actualización de la resonancia magnética del servicio de Radiodiagnóstico gijonés. Un equipo que cada año y según las cifras del propio centro hospitalario, está resolviendo más de 6.000 pruebas. Con la revisión de su software supuso llevar a cabo estudios para los que hasta entonces no estaba capacitado, de mayor nivel de complejidad y precisión. Y ahora se añade un nuevo aparato que, entre otras cosas, agilizará la realización de las pruebas diagnósticas.

El diagnóstico por resonancia magnética es, como indica el Sespa, una de las modalidades de imagen más asentadas y con mayor potencial para enfermedades como el cáncer o patologías neurodegenerativas. Algunas de las más avanzadas permiten también la resonancia magnética cardiaca o cardiorresonancia, que sirve para analizar la morfología del corazón. Los equipos más modernos se distinguen además porque incluyen diferentes mejoras encaminadas a incrementar la comodidad del enfermo y reducir el tiempo de las pruebas.