"No llevaremos a cabo una actuación en Gijón sin que sea entendida y compartida por los ciudadanos". Así de rotundo se mostró en el día de ayer el Consejero de Sanidad del Principado, Francisco del Busto, respecto a la posibilidad de reducir los puntos de urgencias que actualmente están en activo en la ciudad, en el tramo de las 15.00 a las 20.00 horas los días laborables. De los once puntos ahora abiertos, un plan del personal y las autoridades del área quiere dejarlos en cuatro, los mismos centros que dan el servicio de urgencias por la noche y los fines de semana y festivos. Con estas modificaciones, los centros de Laviada, El Natahoyo, Perchera, Contrueces, Severo Ochoa, Roces Montevil y El Coto dejarían de recibir pacientes a partir de las 15.00 horas, siendo atendidos todos ellos en los cuatro centros restantes, a saber La Calzada, Puerta La Villa, El Llano y El Parque-Somió.

"Tenemos encima de la mesa un proyecto de profesionales y sindicatos para reestructurar la atención primaria, y mejorar sus urgencias", explicó del Busto. Un proyecto que ha de ser aprobado por la propia Consejería de Sanidad y por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) para, una vez superado ese trámite, buscar la aprobación de los colectivos vecinales de la ciudad, que ya han manifestado sus reticencias a estos cambios, entreviendo en esta iniciativa una "cortina de humo" que pueda esconder una serie de recortes respecto a la sanidad pública en la ciudad.

La base de dicho proyecto sería, dice Del Busto, el "aumento de los recursos humanos, pero concentrándolos" en unos pocos centros de salud para evitar que, como ocurre en la mayoría de ellos donde en horario de 15 a 20 horas sólo hay un equipo (formado por enfermero y médico), que pueda quedar el centro desguarecido si son requeridos a un domicilio. "Que quede muy claro que no tenemos ningún interés económico porque incluso hay un aumento de costes", aseguró el consejero en referencia a que esa nueva organización requiere de la contratación de un mayor número de profesionales y un desembolso mayor por parte de la Consejería. Del Busto afirmó que las decisiones van a ser debidamente estudiadas antes de tomarse. "No tenemos prisa en tomar ninguna decisión sobre este tema y no nos va a presionar nada más que la mejora de las urgencias de atención primaria", argumentó.

A la espera de los vecinos

El proyecto, asegura del Busto, "fue presentado hace unos meses a las asociaciones de vecinos para que presentaran sus propuestas al respecto", y hace unos días, nuevamente, en el Consejo de Salud, donde está representado tanto el Ayuntamiento de Gijón como los entes vecinales. "No tenemos ni plazos ni tiempo", enfatizó del Busto, "queremos conocer la opinión de los ciudadanos, si no entienden el proyecto y no lo comparten, posiblemente no lo planteemos", arguyó el consejero, "si no es así, buscaremos alternativas" que puedan contentar tanto a los gijoneses como a "los profesionales y sindicatos", de quienes partió la propuesta.

"Intentaremos en todo momento tener a las asociaciones de vecinos de nuestro lado a la hora de tomar una decisión, como llevamos haciendo siempre, intentando llegar a acuerdos con profesionales, sindicatos y, mucho más, con los ciudadanos que son a los que nos debemos", concluyó del Busto.