La investigación policial llevada a cabo para esclarecer las causas del accidente mortal ocurrido este lunes en la calle Leitariegos, en el barrio del Polígono, ha confirmado que el suceso fue provocado por un despiste del conductor de la furgoneta que atropelló a Piedad Chico Cajas, de 70 años, natural de Lada, en Langreo y vecina activa de la zona.

El atestado realizado por el equipo de investigación de accidentes del cuerpo municipal de policía, presentado en la mañana de ayer ante el juzgado de instrucción número 2 de Gijón que llamará a declarar al conductor del vehículo de reparto, confirmó también que la víctima se dispuso a cruzar la calle Leitariegos (desde la parte del colegio público Asturias hasta la acera opuesta en que se encuentra la residencia y centro de día Clara Ferrer) debidamente y conforme a la normativa, es decir, a atravesando el paso de peatones elevado que existe en el cruce con la calle Puerto Pajares, como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA.

Las averiguaciones policiales, tras un exhaustivo análisis del vehículo, establecen también que el conductor de la furgoneta, que dio negativo tanto en las pruebas de alcohol como en las de drogas que se le practicaron, no reparó en la presencia de la fallecida y que, al poner en marcha la furgoneta, la desestabilizó con el espejo retrovisor, con la mala suerte de derribarla y atropellarla con la rueda trasera, provocándole la muerte en el acto.

Piedad Chico Cajas era una mujer muy activa, al cuidado de su familia y conocida por muchos vecinos del barrio del Polígono, con los que compartió talleres en la sede de la asociación "Evaristo San Miguel". Precisamente, en la mañana del accidente, había participado en una sesión de yoga que programa el colectivo vecinal. Después, al volver de hacer la compra, tuvo lugar el fatal accidente que acabó con su vida. Ayer, muchos vecinos, familiares y amigos se desplazaron hasta la iglesia parroquial de San Miguel de Lada, en Langreo, para darle el último adiós antes del entierro en el cementerio de la localidad.