El Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón acogió ayer un coloquio sobre el impuesto de sucesiones en el que participaron el economista Diego Barceló y el abogado Fernando de Dios. Este tributo es motivo de debate entre la ciudadanía al ser considerado abusivo y la creciente presión social ha abierto la discusión sobre su posible eliminación. "Este impuesto grava la transmisión de la propiedad", explicó Fernando de Dios, quien opinó que "tiene toda su razón de ser y es positivo siempre y cuando atienda a unos criterios de justicia y solidaridad".

Por su parte, Diego Barceló, director de Barceló y Asociados y socio fundador del Club de los Viernes, aseguró que "el impuesto de sucesiones es antisocial, enemigo y creo que no debería haber existido nunca en Asturias, que daría un paso adelante si lo elimina". Además, añadió que "hay muchos países europeos en los que no existe este impuesto y aún así son prósperos". Barceló aclaró que Asturias, uno de los lugares donde es más caro legar el patrimonio de un fallecido, tiene también un alto incremento de renuncias a las herencias. Según informó, en los últimos cinco años se ha producido un aumento en la renuncia de las herencias del 17%.

Recientemente, PSOE y PP cerraron un acuerdo de modificación del impuesto de sucesiones en Asturias. En la medida, que tendrá carácter retroactivo con fecha 1 de junio de 2017, ambas agrupaciones políticas han acordado elevar de 200.000 hasta 300.000 euros la reducción de la base imponible cuando quienes heredan son los familiares más directos. El impuesto de sucesiones es completamente diferente en cada comunidad autónoma. En este sentido Fernando de Dios explicó que "debería hacerse algo para conseguir la armonización fiscal, pero habría que poner de acuerdo a 17 comunidades autónomas y no es nada sencillo", indicó.