Pese a que las urgencias económicas de la "Semana negra" ya han sido paliadas gracias a la aportación y renovación del convenio con el Ayuntamiento, por el que éste concede una ayuda económica a sus organizadores; el debate persiste en el Ayuntamiento.

Ahora ha sido el turno del PP, que ha dejado clara hoy su postura. Los concejales "populares" no están nada de acuerdo con que los organizadores actuales del evento lúdico-cultural del verano vuelvan a recibir dinero municipal. "Desde el Partido Popular rechazamos que se siga poniendo dinero de todos los gijoneses en manos de unos organizadores del certamen cuya gestión se ha saldado con importantes deudas frente a Hacienda y frente a proveedores, a pesar de que el evento siempre ha estado fuertemente subvencionado y ha podido beneficiarse del uso de terreno público sin coste alguno y de la prestación de muchos servicios municipales (limpieza, seguridad, etc.) también con carácter gratuito", han manifestado.

También lamentan que "el gobierno local de Foro haya hecho suyo el planteamiento de la izquierda, basado siempre en dar más dinero a fondo perdido". Según el PP, "dado que la 'Semana negra' actualmente es deficitaria, la solución no puede pasar por que periódicamente se le ayude a salir del pozo económico en el que está, fabricándole un traje a medida cada año, sino que, al igual que cualquier otra empresa, habrá que replantearse su viabilidad".

Los populares recalcan que "conviene recordar que no estamos hablando de una actividad altruista, sino que el festival en último término es un negocio privado que ha sido pésimamente gestionado por unos organizadores de los que ya no resulta razonable esperar que sean capaces de no perder dinero con este evento".

En cualquier caso, matizan su postura. "La 'Semana negra' es un activo de Gijón y por ello creemos que la solución pasa por que el Ayuntamiento recupere la marca de la cita, que es de todos los gijoneses, aunque en los últimos 18 años haya estado secuestrada por los organizadores del certamen. Queremos que desde el Consistorio se asuma su gestión de forma directa, como una parte más de la programación municipal, para redimensionarla y recuperar su formato original, con un marcado enfoque netamente cultural, en vez del actual evento de barraca en que se ha convertido", proponen.