La edil socialista Marina Pineda acusó ayer al gobierno forista de intentar condicionar el voto a favor de la oposición a una nueva operación de amortización de deuda de casi 8 millones, incluyéndola en la misma modificación presupuestaria en la que van un paquete de nuevas inversiones y la incorporación de 7 millones al plan de fachadas. En conjunto el ajuste presupuestario es de 18 millones.

Su oposición a "destinar una vez más recursos a pagar a los bancos en lugar de dedicarlo todo a inversión" llevó al PSOE a votar en contra en la comisión de Hacienda de ayer y adelantar que intentarán, vía enmienda, reformular la propuesta económica que se vote en el Pleno.

La modificación de Foro sólo se llevó el voto favorable del PP, aunque entre críticas. Sin ninguna queja sobre la amortización de deuda, el problema de Pablo González está en el plan de fachadas. "No puede ser que la gran apuesta inversora de este ayuntamiento sea arreglar las fachadas de privados", concretó.

Xixón Sí Puede, IU y Ciudadanos se decantaron por la abstención. Ana Castaño (IU) explicó que su decisión se asentaba en el informe de Intervención que avala este reparto para poder cumplir con el principio de capacidad de financiación que impone la ley de Estabilidad presupuestaria.