Seis alumnos de la asignatura de Configuración de sistemas mecatrónicos, del ciclo superior de Mecatrónica industrial que se imparte en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) la Laboral, trabajaron duro durante cinco meses para desarrollar un proyecto de eficiencia energética que presentaron a la quinta edición del premio estatal que organiza el Instituto Schneider Electric de Formación. El resultado no pudo ser más óptimo.

La investigación que llevaron a cabo Daniel Costales, Sergio Ratón, Miguel Bermúdez, Íñigo Valdés, David Fernández y Toñi Fernández -los seis estudiantes que integraron el grupo, dirigido por la tutora Melania González- concluyó en que podrían ayudar a reducir en 8.000 euros la factura eléctrica anual de La Laboral. Y tan sólo con cuatro medidas: instalar sensores de presencia en pasillos y baños, instalar un sistema de supervisión del consumo eléctrico, sustituir las lámparas alógenas o antiguas por LED e impulsar una campaña de sensibilización entre los usuarios del centro, tanto alumnado como profesorado. Así, además del ahorro también logran el objetivo de cuidar el medio ambiente pues lograrían un 14 por ciento menos de emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero. "Era un proyecto distinto a lo que se venía haciendo, por eso apostamos por él, por ser diferente", explica Daniel Costales, estudiante de 37 años que "no me esperaba ganar ni por asomo, ha sido una sorpresa".

Pero no fue sencillo. "Fue duro porque de eficiencia energética no sabíamos gran cosa y tuvimos que documentarnos mucho", explica Costales. "Lo cierto es que todos conocemos medidas de eficiencia energética pero nunca me había parado a calcular cuánto ahorras, gracias al trabajo soy más consciente", reflexiona.

El proyecto supondría una inversión de 12.000 euros pero con el ahorro de 8.000 euros anuales la inversión estaría amortizada en menos de dos años. Con poca intervención serían muchos los beneficios tanto a nivel económico como ambiental, luego su propuesta ha calado hondo y tiene visos de ponerse en marcha el próximo curso. "Su proyecto es muy coherente, detallado y bien presentado y planteado, además de hacer referencia a un edificio histórico como la Laboral", valora José Solans, responsable de la competición cuyo premio consiste en material para hacer realidad su proyecto, aunque con un máximo de 6.000 euros.

La ideóloga del proyecto fue su tutora Melania González y apostó por seis alumnos de confianza pues debían compaginarlo con el resto de asignaturas, exámenes e incluso las prácticas en empresas que realizaron. "Son los más maduros, con los que uno puede contar porque sabes que no te van a fallar y se van a implicar hasta el final; es importante la madurez y la han tenido hasta el final", desvela la docente. "Es un trabajo que tiene que ver con la realidad laboral, en el centro nos interesa que los alumnos trabajen en el aula cosas que vayan a poder aplicar en el mercado laboral, en el mundo de la empresa", desvela Melania González.