La Feria Nacional de Artesanía Creativa de Gijón termina la edición de su 22 aniversario con un balance positivo. Cosmética artesana, textiles, marroquinería, joyería, trabajos de talla y de grabado? La oferta de la feria ha sido amplia y tiene esa cualidad cada vez más escasa en el comercio de poder comprar cosas únicas. Además de los puestos la cita también incluyó diferentes talleres, basados igualmente en el arte manual, que van desde la bisutería hasta el arte africano de autor.

Entre los puestos de la feria se incluía una pequeña joyería, regentada por Miguel Vicuña. Vicuña ha sido, precisamente, el artesano que este año ha obtenido el primer premio del concurso que la feria realiza para elegir algunas de las piezas más especiales. Su trabajo, una obra de talla y carpintería en forma de mesa de ajedrez, se muestra junto al resto de los galardonados en uno de los stands: "empecé a tallar porque siempre me ha gustado la madera, mi tío ya se dedicaba a ello. Al principio era más bien una afición, pero me fui aficionando y empecé a hacer cosas como esa. Lo de la joyería vino después, un poco por evolución y porque es más fácil de transportar. Además de que, tristemente, la talla no vende mucho. Hago piezas con madera y plata y también intento plasmar los conocimientos en las joyas".

En su opinión, esa última edición de la feria "ha estado muy bien, todos los puestos que hay son muy buenos y el sitio es estupendo, hay bastante gente y el tiempo tampoco nos ha venido mal; cuando la gente no puede ir a la playa suele venir más por aquí. Es el primer año que participo en esta cita de Gijón, aunque hago cosas continuamente, ya que también soy socio del mercado ecológico -que ayer comenzó en la plaza Mayor".

Las técnicas originales y las alternativas ecológicas son también un punto muy presente en la feria. "Recycling shop", el puesto regentado por David Naranjo, está basado en el concepto "Upcycling" el cual trata de crear objetos originales con un uso diario a partir de cosas que ya no sirven. Así, entre sus ofertas se podían encontrar anillos hechos de chapas de refrescos o esculturas con teteras y relojes antiguos. David Naranjo, un artesano asturiano afincado en Granada, da su opinión sobre la feria confesando estar "encantado, hay mucho público, más que otros años a pesar del tiempo; ayer vino mucha gente del crucero y la verdad es que cada día hay más turismo. Aquí hay artesanos de mucho nivel y yo, que vengo de fuera, puedo decir que en Asturias hay muy buena artesanía, en todas las ramas de ésta".

Los artesanos que han participado en la feria no son los únicos que se encuentran encantados con ella. El público que se paseaba ayer entre sus puestos también parecía estar satisfecho, como es el caso de Luis Miguel Centeño, que nunca elude dedicarle unos minutos a ver artesanía. "Siempre veo algo nuevo, me gusta mucho la artesanía".

Tanto la feria de artesanía como la ecológica están organizadas por el Sindicato de artesanos de Asturias. Luis Sánchez, el presidente, hace un balance desde su puesto de jabones en el mercado ecológico "a final de feria solemos pasar una encuesta cada año y el resultado de este es que la gente está muy contenta con las ventas respecto a otros años. Cada año la feria cambia aproximadamente la mitad de los puestos, los que vienen por primera vez suelen ser de fuera y que estén contentos es muy importante porque significa que han sido capaces de sufragar los gastos, que al venir de otras partes son mayores. La feria constituye una defensa de la artesanía, sirve para acercarla al público y que este pueda ver algunas piezas únicas y también para hacer que los artesanos puedan hacer piezas más especiales. Además no existe un producto estrella, la gente se fija según sus gustos".