El exportero de discoteca acusado del apuñalamiento de Alejandro Imbérgamo -el veterano empresario de ocio local y socio de un conocido grupo hostelero de la ciudad que fue resultó herido en septiembre de 2016 a las puertas del pub Bambara, en la zona de Fomento- declarará ante el juez el próximo 20 de septiembre, poco más de un año después de que, presuntamente, utilizase un cuchillo para apuñalar a su exjefe.

El acusado, que lleva en prisión preventiva desde que se produjo la agresión y mantenía estos días su inocencia, se enfrentará a las penas de diez y doce años de cárcel que piden para él la Fiscalía y la acusación particular, respectivamente, por un delito de homicidio en grado de tentativa.

No obstante, pese a los testigos presenciales y las cámaras de seguridad que grabaron la agresión, Francisco Javier González Morán mantenía que era inocente. Fruto de esta impresión optó por prescindir de los servicios de su abogado -que solicitó una pena de cuatro años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa- hace poco más de un mes. El procesado, que quería que pidiese ante el juez su libre absolución, optó por contratar los servicios de otro letrado que todavía estudia qué opción tomará el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial.

Según el relato de la Fiscalía, González Morán asestó "de manera inopinada y sorpresiva una puñalada en el pecho y a la altura del corazón a su víctima" con un cuchillo de 19 centímetros de hoja. Además de la pena de prisión deberá indemnizar a Alejandro Imbérgamo, si resulta condenado, con 2.440 euros por las lesiones sufridas, otros 2.500 euros por la secuelas y con otros 2.221,31 euros al Sespa por los servicios médicos que reclama el Ministerios Fiscal. La acusación particular, por su parte, eleva la de prisión a doce años, ytrece de alejamiento, así como una indemnización de 20.000 euros para su víctima.