El Centro Asesor de la Mujer ha atendido en lo que va de este año a un total de 383 mujeres por casos relacionados con la violencia de género, de los que seis se corresponden a chicas menores de edad. El doble de casos atendidos el año pasado, en el que llegaron al centro tres menores para denunciar situaciones de violencia en este ámbito. De la media docena que ya se han atendido en 2017, cuatro de las jóvenes requirieron apoyo psicológico.

Los datos son "muy alarmantes", reconoce Felisa Soria, responsable del Centro Asesor de la Mujer, y evidencian "una necesidad de intervenir en la comunidad educativa, que es donde están ocurriendo estos casos". En este sentido, Soria considera "muy preocupante" el hecho de que "recibimos alumnado de Secundaria y Bachillerato con problemas de agresiones", lo que evidencia que "ha habido una bajada de edad en la agresión, y que los menores están teniendo relaciones muy conflictivas desde muy pronto". Los casos más comunes son los de acoso psicológico, y es algo a tener en cuenta "porque indica una tendencia que ha puesto sobre la mesa el Consejo General del Poder Judicial y que corroboran todos los estudios en este campo", indica Soria.

Por eso, ante unos datos preocupantes y que no dejan de aumentar en los últimos tiempos, el Ayuntamiento y el Centro del Profesorado y de Recursos (CPR) están ultimando el lanzamiento de un programa educativo en igualdad que se desarrollará en una decena de centros escolares, con los alumnos como pieza central de un puzzle cuyo fin es el de "ayudar a erradicar la violencia de género", como señalan Jorge Antuña y Carlos Pérez, director y asesor del CPR.

Los centros que lo deseen tienen hasta el 29 de septiembre para apuntarse en el proyecto "Otras miradas. Educando en igualdad y prevención de la violencia de género", que se basa en la herramienta educativa y de desarrollo comunitario denominada aprendizaje-servicio. De lo que se trata es de que los alumnos, los profesores y las familias trabajen sobre la cuestión de la violencia de género y la igualdad entre hombres y mujeres de forma práctica, y sobre todo, en contacto con la comunidad.

Así, Carlos Pérez señala que la base del trabajo será la de contactar con asociaciones, entidades o colectivos de los barrios de cada colegio con los que se desarrollarán los trabajos. Para ello podrán usar soportes artísticos, audiovisuales o cualquier otra herramienta que se les ocurra para diseñar un proyecto de intervención.

Los diez centros que resulten finalmente seleccionados recibirán formación específica y los recursos necesarios para poner en marcha talleres con los alumnos y para diseñar planes de actuación concretos en su barrio, con las entidades que cada uno de ellos elija. De noviembre a marzo tendrán lugar los talleres, y para el mes de junio está previsto que se presenten todas las experiencias de forma conjunta.

Con ello, los promotores de este plan quieren que los alumnos se conciencien contra la violencia de género, y que con acciones concretas para informar y llamar la atención en sus respectivos barrios, animen a toda la comunidad a hacer lo mismo.

El proyecto durará todo el curso, y contará con la colaboración de numerosos expertos en violencia de género, pedagogos y educadores que ayudarán a los estudiantes a desarrollar su plan por un mundo más igualitario.