El gijonés de 59 años procesado de un delito de incendio al quemar con gasolina el felpudo de la casa de su exjefe, en el barrio de El Llano, negó ayer la acusación por la que la Fiscalía le reclama seis años de cárcel. "No fui yo porque no estuve allí", declaró ayer R. H. N., albañil de profesión, en la Audiencia Provincial durante el juicio, que quedó visto para sentencia.

El acusado sí reconoció no obstante haber visitado el inmueble porque "le debían dinero desde hacía un año", pero no el día de los hechos, ocurridos el 26 de septiembre de 2016. R. H. N. justificó que ese día estaba al cuidado de su esposa, que "había salido del hospital". Esta defensa que planteó el acusado la ratificó su cuñada. "Cuido en casa a mi hermana por las mañanas, mi cuñado lo hace por las tardes", relató la mujer para justificar que no era posible que las 16.30 horas su cuñado estuviese en el lugar de los hechos.

Ambas versiones chocan contra la ofrecida por una vecina del tercer piso del barrio de El Llano. "Allí viven mis padres y de la que iba vi a un señor que picó al timbre y dijo que era de propaganda", señaló la testigo que reconoció sin género de dudas al hombre sentado en el banquillo de los acusados. "Me pareció raro porque no llevaba propaganda, sólo unas bolsas de plástico", relató. "Él entró al portal", aseguró sin atestiguar que le vio quemar el felpudo en cuestión.

Los afectados por el incendio, marido y mujer, dieron versiones distintas. Si bien ella, la que denunció los hechos, apuntó hacia el acusado como responsable de quemar el felpudo de su casa el hombre confesó que "no creía" que el acusado fuera capaz de algo así. El juicio quedó ayer visto para sentencia y R. H. N. afronta seis años de cárcel y el pago de indemnizaciones por valor de 1.105 euros, a los afectados y a la comunidad de propietarios.