Llueve sobre mojado y de aquí la preocupación de Izquierda Unida, expresada ayer por su concejala Ana Castaño, sobre una nueva pérdida de recursos para obras en Gijón a partir de una mala planificación que achacan directamente al gobierno forista. La denuncia se centra en las denominadas inversiones financieramente sostenibles, aquellas que la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera permite realizar a los ayuntamientos con el remanente de ejercicios económicos anteriores. La ley establece una definición muy restrictiva de esas inversiones e impone que el dinero no ejecutado en ellas en un tiempo determinado debe pasar obligatoriamente a la amortización de deuda ante los bancos.

Y es aquí donde se concreta la denuncia que ayer hacía pública Ana Castaño. Hace unos meses, y por mandato legal, el Pleno tuvo que asumir que 13,8 millones no gastados y referidos a obras de los años 2014, 2015 y 2016 pasaran a amortización de deuda. Tras acceder a los datos de obras financieramente sostenibles del año pasado financiadas con remanente del anterior, IU detecta una posibilidad real de perder tres millones de los 6,9 millones del global.

"Y ya no nos valen las explicaciones de que hubo bajas en las adjudicaciones. Aquí lo que hay es una mala planificación de las obras. Son tres millones que no se van a dedicar a nada cuando día sí y día también tenemos quejas de los vecinos sobre necesidades que no se cumplen", explicó la edil de Izquierda Unida.

El punto de partida son los 6.925.224,53 euros destinados a obras financieramente sostenibles en el año 2016. De ese total ya hay 1.200.224,68 euros que, dice Castaño, "se han perdido de manera irreversible" y que se corresponden con la remodelación de la calle Río de Oro, la reforma del parque de La Serena, el arreglo de los estanques del parque de Isabel La Católica y un plan de puentes de madera en sendas y jardines. Las dos primeras obras acabaron financiadas a cargo del presupuesto ordinario de 2017, la tercera está sin ejecutar tras problemas con la empresa adjudicataria y la cuarta no fue autorizada como inversión financieramente sostenible. De la treintena de obras financiadas por esta vía hay otras cuatro que aún no se han dado por finalizada a falta de alguna tramitación. Y del análisis de todas las finalizadas ya, el informe elaborado por Ana Castaño detecta que se han gastado 1.681.661,91 euros menos de lo previsto en un primer momento. Un dinero que acabaría en las arcas de los bancos y que puede aumentar si se detectan los mismos desajustes en las obras aún pendientes.