Para una piel lisa y radiante, las algas. Y para explorar un mercado hasta ahora casi inexistente y con unas altas tasas de éxito, la empresa gijonesa Neoalgae. La compañía, nacida hace apenas tres años y que lleva menos de uno comercializando sus productos vive un auténtico "boom" gracias a las microalgas, microorganismos microscópicos con multitud de propiedades que, en el caso de la belleza, van directas al estrellato.

Hasta tal punto que los gijoneses de Neoalgae han decidido dar un giro al negocio porque "son los productos que más rentabilidad nos garantizan, se están vendiendo muy bien y estamos abriendo mucho mercado tanto aquí como en otros países", explica el director comercial de la empresa, Mario Rodríguez. Tal es así que las cremas de microalgas, que se comercializan bajo la marca "Alskin", ya se venden en buena cantidad en países como Irán, Jordania o Malasia. Porque, gracias a un meticuloso proceso de elaboración íntegramente gijonés, Neoalgae ha conseguido el sello "halal" que les permite vender productos al mercado árabe. "Fue un proceso de certificación muy duro para garantizar que el producto es cien por ciento ecológico, que no lleva parabenos, ni trazas de productos animales y que sirve para todos los tipos de piel", explica Rodríguez, "muy satisfecho" porque "el resultado ha merecido la pena".

Las cremas de "Alskin" se elaboran con cinco tipos diferentes de microalgas, cada una de ellas con unas propiedades específicas, pero que resumiendo, tienen efectos "enriquecedores de la piel, activan el colágeno y el ácido hialurónico y mejoran el aspecto de la piel de forma muy notable", explica la empresa. Además, es un producto que no lleva alcoholes, sino que se elabora sobre la base de un aceite extraído directamente de las microalgas apto para las pieles más sensibles, incluidas las atópicas.

Neoalgae ha empezado ya a elaborar las cremas en la nueva ubicación de la empresa, en el polígono de Lloreda. Con un crecimiento imparable, se han visto obligados a dejar su pequeña oficina del Espacio Tecnológico Campus para trasladarse a una parcela en Lloreda donde cuentan con un tanque con capacidad para cultivar 150 metros cúbicos de microalgas. O lo que es lo mismo, "una tonelada de producto al año", indica Fidel Delgado, director de I+D de la compañía.

Buena parte de esa producción irá destinada a la creación de productos de cosmética, con "la exploración de nuevos productos, sobre todo de dermocosmética" en la misma instalación de Lloreda. En el laboratorio trabajan cinco personas dedicadas a la investigación, producción y venta de estos productos, por internet y en tiendas específicas, sobre todo de "productos bio, herbolarios y establecimientos similares". La producción es bajo demanda, y aunque están abriendo camino en los mercados francés y alemán, no dejan de recibir llamadas de países como Corea en los que el producto está empezando a llamar mucho la atención, sobre todo por "su precio mucho más bajo que otro tipo de productos con fines similares y por los buenos resultados en cuanto a calidad de estas cremas", indica Mario Rodríguez. El producto estrella es un serum que se vende por poco más de 30 euros y que está volando de las tiendas. Por la cara.