Pocas veces una ruptura amorosa puede acarrear consecuencia legales tan aparatosas para una joven. La Policía Nacional de Gijón detuvo el pasado fin de semana a una chica de 18 años, vecina de Cangas de Narcea, que agredió a varios agentes que previamente habían acudido a un establecimiento de copas ubicado en la calle Rodríguez San Pedro, donde habían sido requeridos porque la joven, en estado ebrio, estaba molestando a varios de los clientes que disfrutaban de una noche de copas en el establecimiento. A algunos intentó besarlos sin su consentimiento y llegó incluso a meterse en el baño de caballeros, según el relato policial.

Personal del control de accesos al local dio aviso a Comisaría porque la joven, que según testigos presenciales de los hechos, había tomado bebidas alcohólicas en exceso, acometió a varios clientes con la intención de darles un beso. Los agentes desplazados al local hablaron en primero lugar con los acompañantes de la chica, quienes trataron de disculparla alegando que acababa de sufrir una ruptura sentimental y se encontraba por ese motivo "muy nerviosa y excitada". En ese momento, los agentes policiales trataron de calmar a la chica, la cual no sólo no hizo caso a sus requerimientos sino que lejos de mantener una actitud colaboradora, "acometió, insultó a golpeó a los policías, mostrándose fuera de sí", según informaron fuentes de Comisaría.

Una vez reducida por los agentes, la joven fue trasladada a un centro hospitalario de la ciudad, donde se le realizaron las pruebas preceptivas para determinar si había tomado sustancias estupefacientes ; pero también en la instalación sanitaria mantuvo una actitud agresiva con el personal que la atendía, motivo por el cual tuvo que ser inmovilizada.

Una vez que consiguieron calmarla, se comprobó que sólo sufría una intoxicación etílica por lo que se la trasladó a dependencias de la Comisaría de Policía de El Natahoyo detenida, acusada de un delito a agente de la autoridad por el que ahora deberá responder ante la justicia.