"Había dos personas discutiendo donde los baños, me metí en medio, me puse nervioso y le pegué a una de ellas, pero no le ofrecí droga ni le intenté robar el reloj". El acusado de agredir a un joven en una discoteca se declaró culpable de haber pegado a un joven de 26 años en un local del Náutico, pero discrepó con el resto del testimonio. "No le di patadas ni le golpeé en la cara".

Una versión que no compartió la víctima de los hechos, que explicó que "me ofrecieron droga primero, la rechacé y me empezaron a golpear varias veces por la espalda" y añadió que "sufrí una deviación nasal, tengo una cicatriz y un bulto cuando pongo las gafas".

El Ministerio Fiscal y la acusación particular se reafirmaron en la petición de dos años de cárcel por un delito de lesiones, con el agravante de reincidencia así como una indemnización de 1.540 a la víctima. Por su parte el abogado de la defensa, Ricardo Álvarez-Buylla, resaltó que "se trata de un delito de lesiones leves".

Una petición que fue rechazado por la acusación particular. "Sabemos que el acusado es insolvente, y la única forma de resarcir moralmente a la víctima es con que cumpla una condena en prisión", indicó el letrado Pedro Muñiz. Además también relató que la víctima, debido a este suceso, "ha sufrido problemas psíquicos y no se ha vuelto a poner dicho reloj ni ha vuelto a salir más por Gijón".

En la vista oral celebrada ayer los tres testimonios que se ofrecieron sobre los hechos fueron totalmente distintos. La víctima indicó que todo se desencadenó después de que le hubieran ofrecido droga. "Me pusieron la zancadilla, me pegaron por la espalda esa persona y no sé si alguna más porque no lo veía y me intentaron quitar el reloj", señaló. El acusado de agresión relató que en el momento de los hechos había "otra persona discutiendo con ese chico, y al intervenir fue cuando se desencadenó todo". Mientras que un testigo que declaró en el juicio afirmó que "cuando llegué vi solo una persona pegando a otra, y ésta estaba después en el suelo sangrando".