Con un campo de rugby a la cabeza las dieciséis propuestas que llegaron a la votación final de los presupuestos participativos -seis por la vía general de las propuestas ciudadanas y el resto procedentes de los consejos sectoriales- han conseguido pasar el corte estadístico fijado en el 5% de los votantes totales. Pero eso no garantiza que todas se incorporen al plan de inversiones municipales para 2018. Y es que el corte fundamental lo fijan los cinco millones que hay de presupuesto.

Un dinero que se gasta ya con las once propuestas más votadas que, por orden, son un campo sintético de rugby acompañado de mejoras en Mata-Jove, la mejora de la biblioteca del Ateneo de La Calzada, el rincón cultural de La Serena, un campo de fútbol de hierba artificial, el acceso ciclopeatonal a Nuevo Roces, la adquisición de diez viviendas para personas mayores son recursos escasos, la reposición de pavimento en la carretera de Veranes, un plan de semáforos acústicos, la instalación de cámaras de videovigilancia de la contaminación, un centro náutico municipal en el espigón de Fomento y un aseo público en la senda que va del camping a la playa de La Ñora. El coste de estos proyectos suman 4.985.650 euros destacando los 2,5 millones del centro náutico, los 1,2 millones del campo de fútbol y los 700.000 euros de la instalación de rugby. Más allá del presupuesto existente se quedan cinco proyectos, mayoritariamente de arreglos en caminos.

Este es el resultado de un proceso en el que participaron finalmente 4.791 votantes -2.874 por vía telemática y 1.917 por vía presencial- que emitieron 9.706 votos. El corte de paso estaba en 240 votantes. Todos estos datos y el resultado final del proceso se analizarán el próximo lunes en la comisión especial de presupuestos participativos. Allí se decidirá quienes se suman al presupuesto municipal y en que condiciones.

Ayer mismo, Ana Castaño, edil de IU, mostraba la total disconformidad de su grupo con el sistema seguido por Foro en este proceso. Para Castaño el importante peso que tienen las propuestas de nuevas instalaciones deportivas no ejemplifican la realidad de las necesidades de esta ciudad, falta equilibrio territorial y no tiene sentido que se incluyan "obras que son del Ayuntamiento como arreglar una biblioteca".

La crítica es profunda teniendo en cuenta que a así se deciden el 60% de las inversiones del Ayuntamiento "y no podemos permitir que sigan reduciéndose las obras en colegios o calles".