El chaval de quince años que necesitaba 300 euros para seguir practicando su deporte favorito ya ha conseguido su objetivo. Ha sido la solidaridad ciudadana la que ha permitido que el chico, que llegó hace unos años a España con su familia y desde entonces ha estado participando en un club deportivo de la zona oeste, pueda costearse la ficha federativa para poder competir.

Tras aparecer publicado su caso en la web de LA NUEVA ESPAÑA se dispararon las donaciones, tal y como señalan en la ONG Mar de Niebla, que fue la que cursó la petición de ayuda a través de la plataforma en Internet "Miaportacion.org". Hasta tal punto que a primera hora de la mañana "nos comunicaron que esa necesidad ya estaba cubierta, y el próximo lunes el chaval podrá hacer el pago al club para seguir compitiendo".

El caso de este chico no es en cambio único, ni mucho menos. Mar de Niebla, que desarrolla proyectos de intervención con la infancia y la adolescencia en la zona oeste de la ciudad, es consciente de que este caso se repite con demasiada frecuencia: niños que pasan a ser adolescentes y para los que de repente se terminan las ayudas públicas que tenían hasta entonces, y no sólo en el ámbito deportivo. Por eso los responsables del área de Infancia, Adolescencia y Juventud se han propuesto juntarse con otras organizaciones de intervención social similares en la ciudad para poner en marcha algún sistema de becas que permita a los chavales seguir con su rutina cuando dan el salto de categoría deportiva y las circunstancias económicas les obligan a dejar sus aficiones. O lo que es lo mismo, "hacer más suave esa transición, porque en la actualidad no existen ayudas para esta etapa intermedia".