Ricardo González Filgueira, vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias es contundente a la hora de hablar de la falsificación de los medicamentos: "Aunque afortunadamente en los países desarrollados este problema tiene muy baja incidencia se está viendo que internet es la puerta de entrada de fármacos que no consiguen superar el canal legal de distribución", asegura. Es la puerta de atrás por donde se cuelan a los hogares. Las cifras son reveladoras: se estima que el 70% de los medicamentos que se obtienen a través de internet son falsos. Este problema ha crecido en los últimos años hasta alcanzar unas dimensiones enormes en los países en vías de desarrollo y se ha convertido en una pandemia. "Hoy en día incluso existen fábricas que producen medicamentos falsos que cada vez son más difíciles de detectar", declaró.

Las consecuencias de estos fraudes son múltiples. El primero y más inmediato el daño para la salud de las personas que los consumen. Según apunta González Filgueira, "la mitad de los medicamentos falsificados no cuentan con su principio activo o tienen impurezas y sustancias tóxicas". Esta práctica provoca también daños para la salud pública y "una pérdida de confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario, que es el último damnificado", añade.

González Filgueira subraya la importancia de emplear el sentido común a la hora de adquirir fármacos en los centros farmacéuticos de confianza, puesto que "internet no es una vía segura". En España la incidencia de medicinas falsificadas no supera el 1%, sin embargo, en la India, los países de África subsahariana, América del Sur y México esta cifra se dispara hasta el 20%. El vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias señala también que "la OMS calcula que al año mueren en África 120.000 personas a causa del consumo de medicamentos antimaláricos que no son fiables".

La ponencia de González Filgueira en el Hospital de Jove puso el punto final al ciclo de conferencias del 2017 organizadas por la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI).